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Para Aristóteles la emoción es toda afección del alma acompañada de placer o de dolor, y en la que el placer y el dolor son la advertencia del valor que tiene para la vida el hecho o la situación a la que se refiere la afección misma. (Casado y Colomo, 2006, p. 3)
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San Agustín subraya el carácter activo y responsable de las emociones, cobrando importancia la noción de voluntad. (Casado y Colomo, 2006, p. 5)
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Para Santo Tomás hay emociones que se refieren a la parte irascible y otras que se refieren a la parte concupiscible. Las emociones que se refieren al bien y al mal tomados por si pertenecen a la facultad concupiscible, por ejemplo, la alegría, la tristeza, el amor, el odio, etc.
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David Hume [1740]) clasificó las emociones en calmadas y violentas. Mientras las primeras responden a sentimientos psicológicos como el goce estético o la aprobación moral, las segundas no necesitan ir acompañadas de sensaciones físicas definidas y localizables.
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Johan Huizinga publicó El otoño de la Edad Media, obra en la que la población de la Edad Media aparecía como un conjunto de niños emocionalmente controlados, cuya alegría y rabia, cuyas risas y lágrimas no tuvieron límites hasta que la rueda del control emocional se puso en marcha con el Humanismo, el Renacimiento, y el luteranismo. (Pampler, 2014, p.19)
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Lucien Febvre publicó un artículo “La sensibilité et l’histoire. Comment reconstituer la vie affective d’autrefois?” y era un amplio llamamiento a situar las emociones en el centro de la investigación histórica. (Pampler, 2014, p.18)
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Durante la década de los ochenta Peter Stearns y Carol Zisowitz Stearns produjeron una impresionante serie de publicaciones centrada en cambiar las normas emocionales, definida como las “actitudes o estándares que la sociedad, o un grupo definido dentro de dicha sociedad, mantiene en torno a emociones básicas y su expresión adecuada (Pampler, 2014, p.20)
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Reddy señaló en 2008 pensaba que los regímenes emocionales producían con frecuencia “errores”, es decir, desviaciones accidentales de sus propios modelos normativos. Finalmente, consideraba que los regímenes emocionales daban lugar a formas más o menos intensas de sufrimiento emocional. (Moscoso, 2015, P. 23)
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La etnohistoriadora Monique Scheer 2014 hace hincapié en que el cuerpo no es una base estática, intemporal, universal que produce excitación emocional ahistórica, sino que sí (está) socialmente situado, adaptado, formado, plástico, y por lo tanto (es) histórico”. (Pampler, 2014, p.25)
