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Pasa el tiempo y me voy haciendo mayor. Según mi madre era un niño muy guapo y llamaba la atención, pero... ¿qúe va a decir una madre?
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Empiezo a tener claro mis aficiones, entre ellas el fútbol. Empiezo a jugar en el equipo de mi pueblo, compitiendo con los pueblos vecinos. Además, la cosa no va mal: gano mi primer trofeo zamora al portero menos goleado de la liga
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Cada vez me giusta más el Real Madrid, y también me gustan las chucherías, así que recuerdo este regalo con especial cariño
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Mediante el instituto se van afianzando las amistades. Esta foto es en una bolera y es una de las primeras veces que voy a San Sebastián de los Reyes sólo, sin mis padres
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Según me hago mayor, las posibilidades de jugar al fútbol en mi pueblo se van volviendo cada vez más escasas, viéndome obligado a irme a jugar a un pueblo cercano: Pedrezuela. El cambio no sólo fue de aires, sino también de terreno: cambié de fútbol sala a fútbol 11. Este acontecimiento me hizo más maduro.
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Según crezco, crecen mis responsabilidades. Empiezo a trabajar los veranos en un negocio familiar en el pueblo: un supermercado. En ocasiones uno se encuentra con sorpresas como esta
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Realizo mi primer viaje de curso al acabar cuarto de la ESO. Guardo un gran recuerdo de él, fue muy divertido.
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Mis gustos musicales se van concretando cada vez más. Mis amigos y familia lo saben, y estos son dos regalos de cumpleaños.
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Voy mejorando en otras de mis aficiones: el frontón. Esto me permite ir muchas mañanas a jugar con los bomberos de mi pueblo a un frontón impresionante de El Molar.