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Se origina el gran vacío conocido como Nikhlur, lo que trae consigo el nacimiento de Sonorok y Galasor. Bajo el gobierno de Niklhur el espacio era reinado en un completo caos, lo que llevó a que sus dos fuerzas primogénitas desearan destruirlo.
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Nikhlur muere a manos de Sonorok y éste le maldice antes de morir con un aumento desnivelado de poder y una profecía que hablaba de su muerte a manos de otro dios inferior. En un intento de salvación, Galasor, dividiría el poder de Sonorok en dos partes iguales dando origen a la diosa Karontis.
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La sangre de la deidad Nihklur que quedó flotando luego de su muerte fue lo que dió el origen al cosmos, él lugar donde se llevarían a cabo los planos de existencia tanto mortales como inmortales, incluyendo el universo mismo.
Luego de tener un universo donde abastecerse y materializarse, los tres dioses comenzaron a formar sus propias reglas morales y éticas y a partir de éstas mismas reglas, comenzaron a crear otras conciencias para otras entidades divinas distintas a sus progenitores. -
Debido a la antigua maldición que había debilitado a Sonorok por parte de Nihklur en su antiguo enfrentamiento, éste sólo podía generar nuevas entidades divinas a través de una unión corporal y energética junto a la Karonis, mientras que Galasor seguía teniendo el poder necesario como para poder crear un extenso grupo de deidades a través de su propia energía y de su propio poder sin la necesidad de unirse con otros dioses.
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Por parte de los dioses que habían sido creados por parte de Sonorok y Karonis se encontraban;
Noga, Pardokin, Volpard, Clovidio, Jonaro ,Solanur y Mulfingard. Éste último era el menor en cuanto a su desarrollo si era comparado a los demás dioses, pero a su vez era el más poderoso de todos, lo que generó cierta envidia entre los hijos del dios Galasor. -
Al ver que su hermano Sonorok daba vida a sus herederos en el universo, Galasor intentó hacer lo mismo pero de forma individual, así es como nacieron sus hijos; Nincana, Raefig, Hirmegon, Asmerfold, Iunmilget, Rohlfing, Wumgali y Ashberdott. Estos dioses al ver la gran familia que Sonorok estaba formando, comenzaron a sentir cierta envidia por la mera presencia del mismo dios Mulfingard, por lo que comenzaron a planear una forma de lidiar con él.
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Cegado por la codicia y la envidia que sentía hacia su hermano, Galasor comenzó a planear una trampa en la cuál el dios Mulfingard cayera fácilmente. Con la ayuda de sus hijos, Galasor logró robar toda la vitalidad, la inmortalidad y el poder divino de Mulfingard. Dejándolo en un estado muy critico de inconsciencia. Una vez con su inmortalidad y su divinidad en sus manos, el dios Galasor comenzó a construir al dios más poderoso de todos en el universo.
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Al ver lo débil que se encontraba Mulfingard, sus hermanos y padres divinos intentaron sanarlo pero ellos sabían que no existía manera alguna para restaurarle su antiguo poder. Los dioses pasaron largos dias esperando alguna reacción del dios herido pero nada ocurrió. Al ver la situación en la que se encontraban, los Curinos acordaron en ocultar la situación de Mulfingard a los ojos de Sonorok, ya que sabían que si éste se enteraba se desataría el peor de los caos en el universo.
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Luego de investigar durante varios dias la forma de mantener con vida a su hermano menor, el dios Clovidio propuso la idea de convertir a su hermano Mulfingard en un plano de existencia mortal ya que al tener vida en su interior, los mortales que lo habitaran serían quienes inconscientemente mantendrían vivo al dios mediante sus almas. Ésta era la primera vez que se dudaba ante una sugerencia de Clovidio, pero no todos los dioses opinaban que éste fuese el mejor plan para salvar a Mulfingard.
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Sonorok era tan antiguo como sabio, por lo que no le costó percibir que sus hijos ocultaban algo. En busca de su hijo menor Mulfingard, Sonorok recorrió el universo entero y todos los planos inmortales que estaban a su alcance, hasta que llegó a Mulfingard. Al ver a su hijo convertido en un plano, intentó ingresar pero una extraña red mágica lo atrapó dejándolo inmóvil. Sonorok supo reconocer el poder de su hijo Clovidio y al liberarse de la protección a Mulfingard fue directo a hablar con él.
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Al llegar hasta Clovidio, Sonorok le obliga a su hijo a contarle la verdad de todo lo ocurrido con Mulfingard. Enfadado por la pérdida de la divinidad de su hijo más poderoso, Sonorok se dirigió hacia el plano inmortal donde se encontraba Galasor manipulando el inmenso poder de Mulfingard. Al llegar Sonorok se encontró con su antiguo hermano Galasor uniendo el poder de Mulfingard a su interior para posteriormente desprenderse en la forma de un nuevo dios.
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Cuando Galasor estaba a punto de poner fin a su hermano Sonorok, Clovidio, quien estaba siguiendo a su padre, logró distraer al gran dios arrojando a todos los dioses Ukirios a una prisión a prueba de magia, la cual fue creada en el gran volcán Kriedfall de Waldróxia, rompiendo la barrera que en un principio el mismo había puesto en Mulfingard. Al ver ésto Galasor no logró controlar el poder de Mulfingard y debido a ésto, al momento de engendrar al nuevo dios acabó muriendo por exceso de poder.
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Sonorok tomó esto como la última ofensa que recibiría por parte de Galasor, por lo dió inicio a un combate tan brutal entre ambos dioses supremos que por poco no destruyeron el universo y los mismos planos de vida mortal. El combate fue intenso, ya que Galasor contaba con el poder divino de Mulfingard para pelear pero a su vez, la furia de Sonorok al ser traicionado por su hermano era tan fuerte que llegaba a igualar al poder de Mulfingard y Galasor juntos.