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La conquista de las tierras «más allá del Duero» ("Extrema Durii”) la inicia el rey Fernando I de Castilla y León con la ocupación entre 1055 y 1064 de importantes plazas estratégicas en el oeste (Viseu, Lamego y Coímbra), pero el paso decisivo lo dio su hijo Alfonso VI con la espectacular ocupación de Toledo en 1085. Alfonso VI llegó a proclamarse a raíz de esta conquista, "imperator totius Hispaniae”.
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Solo a raíz de la descomposición del Imperio almorávide se produjeron avances significativos como la ocupación de Coria en 1142 y la penetración hasta Calatrava, por parte de Castilla y León, y como la conquista de Lisboa, por parte del reino de Portugal el condado Portucalense, gobernado desde el siglo XI por una dinastía hereditaria propia, se había independizado del Reino de León en 1139 cuando su conde Afonso Henriques se intituló "Portucalensium rex".
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En el siglo XI los condados catalanes, bajo la hegemonía del de Barcelona, limitaron su expansión a la realización de incursiones por tierras musulmanas que les permitieran cobrar unas cuantiosas parias a los reinos de taifas de Lérida, Zaragoza y Tortosa y más ocasionalmente a los de Valencia, Denia y Murcia. Por todo ello la vieja frontera de la Catalunya Vella se mantuvo prácticamente sin alteraciones.
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La ocupación del valle del Guadiana no se pudo consolidar hasta la decisiva batalla de las Navas de Tolosa en 1212 que supuso el principio del fin del Imperio almohade. A partir de esa fecha, mientras Alfonso IX de León los reinos de Castilla y León se habían separado a la muerte en 1157 de Alfonso VII progresaba por el territorio de la actual Extremadura tomas de Cáceres (1227), y Mérida y Badajoz (1230), Fernando III de Castilla ocupaba La Mancha.
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La victoria de las Navas de Tolosa sobre los almohades en 1212 fue el punto de inflexión que modificó el relativo equilibrio que habían mantenido hasta entonces en el terreno militar los cristianos y los musulmanes en la Península. 40 Los primeros en completar la ocupación de los territorios musulmanes fueron los reyes portugueses que aseguraron su dominio sobre las tierras "más allá del Tajo" (Alentejo), alcanzando el bajo valle del Guadiana entre 1230 y 1239.
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La derrota que sufre el rey de Aragón y conde de Barcelona Pedro el Católico en la batalla de Muret en 1213 ―donde muere― pone fin a las aspiraciones catalano-aragonesas sobre Occitania, por lo que se renueva el interés por las tierras del sur y por las islas Baleares.147071 Así, el hijo de Pedro el Católico, Jaime I inicia la conquista de Mallorca, que tiene lugar entre 1229 y 1232, Ibiza será conquistada en 1235, y Menorca mucho más tarde, en 1287, y la de Valencia, entre 1232 y 1245.