-
El primer reino que surgió en la cordillera cantábrica fue el de Asturias. Entre los años 718 y 722, un jefe local llamado Pelayo promovió una revuelta en la que derrotó a los musulmanes cerca de la gruta de Covadonga (Asturias).
Posteriormente, la leyenda difundida en torno al acontecimiento presentó al reino astur como heredero legítimo del reino de Toledo, restaurador de
la Iglesia e iniciador de la reconquista de España frente a los musulmanes -
El Reino de los Francos, situado al otro lado de los Pirineos, ya había detenido el avance musulmán en Poitiers en el 732.
Los francos se habían extendido hacia el sur, y en el año 778 Carlomagno envió dos ejércitos para controlar el valle del Ebro. La expedición, sin embargo, fracasó, pues no se tomó Zaragoza, y en su retirada por Navarra el ejército de Carlomagno fue atacado, probablemente por vascones, en el paso pirenaico de Roncesvalles. -
Durante el reinado de Alfonso II, la corte se trasladó a Oviedo y fue descubierta la supuesta tumba del apóstol Santiago en Compostela, que con el tiempo, se convirtió en el más importante centro de peregrinación occidental.
-
El reino de Navarra se extendió hasta el río Ebro y, mediante alianzas, se anexionó el condado de Aragón. El rey Sancho Garcés III, el Mayor (1004-1035), gracias a la herencia de su mujer, añadió Castilla y los condados de Sobrarbe y Ribagorza a sus dominios.
A la muerte del rey Sancho Garcés III el Mayor (1035), su reino fue dividido entre sus cuatro hijos. Este tipo de repartos era bastante habitual en la época, ya que los reinos se consideraban una parte del patrimonio familiar. -
La expansión territorial de Castilla-León, fue liderada por el rey Alfonso VI, hijo de Fernando.
Esta contó con expediciones de saqueo y castigo contra los principales reinos de taifas del sur de la península, a los que exigían el pago de parias a cambio de protección frente a otros monarcas, incluidos los cristianos.
• Alfonso VI, y el soberano de Aragón, se repartieron el reino de Navarra (1076) a la muerte de su rey. -
Establecen la frontera en el Tajo, incluyendo la toma de Toledo (1085) tras un largo asedio. La ciudad tenía más habitantes que cualquier otra urbe cristiana de la península y contaba con una importante población mozárabe, musulmana y judía, cuyas costumbres y creencias fueron respetadas al principio.
-
Mientras musulmanes y castellano-leoneses se enfrentaban entre sí, los reyes aragoneses fueron ocupando fortificaciones a los pies de los Pirineos: Huesca (1096), y Barbastro (1100) y Alfonso I el Batallador conquistó el valle alto y medio del Ebro: Zaragoza (1118), Tudela, Calatayud y Daroca.
-
Alfonso I el Batallador, muere sin dejar heredero. El reino aragonés pasó a manos de Ramiro II (monje y hermano de Alfonso I el Batallador), que se vio obligado a abandonar la vida religiosa y a casarse para hacerse cargo del trono. En 1137 prometió en matrimonio a su hija Petronila, de un año de edad, con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, de más de veinte. Este se hizo cargo del reino (ahora llamado Corona de Aragón) con el título de «príncipe»
-
A raíz de la decisiva victoria de los reinos cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, se produjo el avance espectacular del reino de Castilla.
Bajo el reinado de Alfonso X el Sabio se conquista: Murcia, Cádiz, Huelva y Jeréz. -
La expansión de la Corona de Aragón durante el siglo XIII debió a Jaime I el Conquistador. Las conquistas más decisivas fueron las de las islas Baleares entre 1229 y 1235 y la región levantina (Valencia) en 1238. Los reinos de Mallorca y de Valencia, sin embargo, recibieron leyes e instituciones diferentes de las de Aragón y Cataluña. Estos avances convirtieron a la Corona de Aragón en una potencia marítima que tendría, en el futuro, enorme influencia en el Mediterráneo.