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Dior primavera-verano
Se llevo acabo en el teatro de la opera Palais Garnier de Paris.
Hubo una orquesta, bailarines de tango y docenas de extras ataviados como personajes de algunas de las mejores óperas del mundo -
Chalayan otoño-invierno
Sus modelos transformaron las sillas en vestidos y una mesita auxiliar en una falda plegable compuesta por aros. Fue más allá de la moda, convirtiéndose en una asombrosa pieza de teatro físico por derecho propio. -
Alexander McQueen primavera-verano
Una historia sobre jóvenes bailarines creciendo en la pobreza en la era de la Depresión, McQueen contrató a bailarines profesionales para transmitir la idea de bailar hasta su propia muerte, culminando con Karen Elson con un vestido andrajoso, siendo transportada como un cuerpo sin vida a través del escenario. -
Alexander McQueen
Consiguió que el público perdiera de vista la frontera entre el desfile y la performance.
en el desfile que organizó en 2006 para presentar su colección de otoño. McQueen proyectó un holograma de Kate Moss en pleno escándalo post cocaína –la maniquí, íntima del diseñador, apareció consumiendo esta droga en la portada del diario inglés Daily Mirror- y todavía hoy se recuerda la hazaña. -
Chanel primavera-verano
Celebrado en el Grand Palais parisino, transportaron a los asistentes a supermercados de la marca Chanel, manifestaciones y aeropuertos. Además no fue alguien que perdiera la ocasión cuando de utilizar el poder narrativo de la música se trataba.
Concluyó con Florence Welch emergiendo, como una Venus. -
Rick Owens primavera-verano
En París reclutó a un equipo de step para que actuaran. Aquí, Owens introdujo rincones históricamente ignorados de las artes escénicas a una audiencia completamente nueva, haciendo un esfuerzo por deshacerse de estereotipos culturales anticuados en el proceso. -
Karl Lagerfeld
El desfile de Alta Costura de Fendi, cortesía de Karl Lagerfeld. El káiser celebró los 90 años de historia de la firma italiana con un espectacular show en plena Fontana de Trevi, en Roma, recién restaurada y que financió por entero la propia etiqueta. Un desfile histórico, como casi todos los que arma Lagerfeld -
Opening Ceremony primavera-verano
Una muestra de danza coreografiada por Justin Peck que canalizaba un espíritu frenético parecido al del anuncio -
Moschino Crucero
Para muestra el concurso de belleza de temática circense situado en Los Ángeles de la casa italiana. Abrazando su propio papel de cabecilla con toda su estrambótica chabacanería, el último tramo con artistas circenses (junto a la estrella de RuPaul’s Drag Race y artista burlesque Violet Chachki) finalizó con una rutina espectacular de acrobacias aéreas. -
Raf Simons otoño-invierno
Simons eligió tener a una joven banda de rock belga, 'Whispering Sons', actuando en directo como banda sonora del desfile. Fue un acto generoso en el que saldó su deuda con la música punk al darle plataforma a una banda emergente. -
Dior primavera-verano
Chiuri dirigió la mirada a la coreógrafa israelí Sharon Eyal, fundadora de la Compañía de Danza Batsheva. Las musas habituales de la diseñadora zigzaguearon a lo largo de una escenografía expansiva cubierta de pétalos mientras las bailarinas se contoneaban en un homenaje a la legendaria bailarina americana Martha Graham. -
Gucci primavera-verano
Durante un intermedio entre modelos atravesando en fila el auditorio, Birkin cantó una versión llena de alma de su canción de 1983, ‘Alone In Babylone**’. Sólo Michele pudo mover los hilos para hacer que un momento icónico en la historia de la música formara parte de un desfile de moda. -
Pyer Moss primavera-verano
Homenaje a la historia de la música negra, desde Donny Hathaway a Cardi B. Lo más notable, no obstante, fue su tributo a Sister Rosetta Tharpe, la cantante negra de gospel popular durante los años 30 y 40 y cuyas contribuciones al rock’n’roll son a menudo ignoradas. Jean-Raymond puede haber estado situando su mirada en el pasado, pero con su celebración de la música negra y su relación con el estilo, este año también ha hecho historia.