DESARROLLO MOTOR DE 0 A 3 AÑOS DE EDAD timeline

Al mes, boca abajo, el bebé levanta momentáneamente la cabeza, y al sentarle, todavía no puede mantenerla erguida. Abre las manos con frecuencia. Responde a la cara y la voz de los padres. Cuando llora, se calma al hablarle o cogerle. La sonrisa social aparece a partir de las cuatro semanas de vida. Es capaz de fijar la mirada en un objeto grande que este frente a él y puede seguirlo 90°.

A los dos meses, boca abajo, el niño levanta la cabeza y la parte superior del tórax apoyándose en los antebrazos. Sosteniéndolo erguido, sujeta la cabeza de forma inconstante.
Muestra interés por estímulos visuales y auditivos. Es capaz de fijar la mirada y seguir un objeto 180°. Sonríe y vocaliza cuando le hablan. Disfruta al interaccionare con los adultos.

A los tres meses, el niño busca el sonido con la mirada y mantiene el contacto visual. Al cogerle en brazos, sostiene la cabeza un ratito. También es capaz de girar con facilidad la cabeza para seguir un objeto que se desplaza.
Se mira con curiosidad las manos y le gusta jugar con ellas. Cuando le habláis, mueve los brazos y las piernas y balbucea.

Con cuatro meses, boca abajo, el bebé se eleva apoyándose en las manos y levanta la cabeza hasta los 90º. Mantiene las piernas extendidas. Boca arriba, extiende los brazos para coger un objeto y se lo lleva a la boca. Juega con el sonajero y lo agita, pero no puede cogerlo si lo tira.
Hace pedorretas, ríe a carcajadas, grita y emite monosílabos como “pa” o “be”. Gira la cabeza al sonido y mira inmediatamente objetos móviles.

A los cinco meses, el bebé soporta gran parte de su peso al ponerle de pie. También es capaz de transferir un objeto de una mano a otra. Asimismo, si está boda abajo puede darse la vuelta y colocarse boca arriba.
Disfruta con el juego, y reconoce a las personas que están con él. Sonríe al mirarse en un espejo.

A los seis meses, boca abajo, el bebé puede incorporarse apoyándose en las manos y puede darse la vuelta. Boca arriba se coge los pies. También es capaz de mantenerse sentado con apoyo.
Levanta la mano para ir a por los objetos. Coge los juguetes y se los pasa de una mano a otra. Parlotea cuando se le habla y localiza el origen de los sonidos. Es posible que muestre cierto miedo ante los extraños.

Con siete meses, boca abajo, el niño se gira y rueda sobre sí mismo. Boca arriba, eleva la cabeza. Es capaz de sentarse brevemente e inclinarse hacia delante sobre las manos.
Alcanza y sujeta objetos grandes, y los transfiere de una mano a otra. Se siente atraído por los colores y las formas, examina con atención los juguetes y los manipula cada vez con más habilidad. Balbucea y repite sílabas como ma, da o ba. No le gusta que le dejen con extraños.

A los ocho meses, el niño se mantiene sentado de una forma más estable. Inicia el gateo o rastreo, y se da la vuelta. Es capaz de manipular simultáneamente un objeto con cada mano y hacerlos entrechocar. Comienza a hacer pinza con el pulgar y el índice.
El bebé reclama cada vez más la atención de los padres. Balbucea y es posible que repita bisílabos como papá o mamá.

A los nueve meses, el niño sabe sentarse solo y se mantiene estable. También gira el tronco. Gatea. Hace fuerza para ponerse de pie y es capaz de permanecer de pie agarrado a los muebles.
Se dirige a los objetos con el dedo índice y se desplaza para cogerlos. Golpea y deja caer los juguetes. Dice bisílabos como papá o mamá. Responde a su nombre y entiende algunas palabras como no y adiós.
Sujeta el biberón y come con los dedos. Da palmitas y dice adiós con la mano.

Con diez meses, el bebé se sienta solo y permanece sentado indefinidamente sin soporte con la espalda recta. Es posible que comience a mantenerse de pie solo. Camina apoyado en los muebles.
Tiene gran interés por los juguetes. Le gusta tirar los objetos al suelo para oír cómo suenan al caer. Busca con la mirada los juguetes caídos y ocultos.

A los once meses, el bebé gatea para desplazarse y camina apoyado en los muebles o cogido de las dos manos. Cada vez adquiere más habilidades con las manos, como meter objetos en una caja, coger la cuchara por el mango o aplaudir.
Entiende más palabras de las que puede decir. Por eso, responde a preguntas sencillas (por ejemplo, ¿dónde está mamá?) mediante signos.

Con un año, el niño se mantiene de pie solo, anda agarrado de una mano e incluso puede dar algunos pasos solo, sus primeros pasos. Deja de llevarse objetos a la boca y le gusta tirarlos al suelo. Hace la pinza índice-pulgar de forma precisa y señala con el dedo índice.
Además de papá y mamá, sabe el significado de más palabras. Puede dar un beso cuando se lo piden.

Después de cumplir el primer año de vida, el niño camina cogido de la mano y se levanta independientemente. Cada vez es capaz de dar más pasos solo.
Entrega el juguete a otra persona cuando se lo pide. Come solo y bebe de un vaso. Pasa los brazos por las mangas con ayuda.
Además de papá y mamá, introduce nuevas palabras a su vocabulario. Sabe el significado de más palabras.

El niño es más independiente, ya que controla sus movimientos y tiene más fuerza, lo que le permite obtener un mayor conocimiento de su entorno.
A los catorce meses, suele ser capaz de caminar solo, agacharse y ponerse de pie sin apoyo.
Indica lo que quiere con gestos y sonidos, y puede señalar una parte de su cuerpo.

Con quince meses, el niño anda bien y sube escaleras gateando. Se agacha y se pone de pie sin ayuda. Tira menos cosas al suelo. Es capaz de sostener dos objetos en la mano y hacer una torre de dos cubos. También hace garabatos.
Entiende órdenes simples. Su vocabulario incluye de tres a seis palabras. Come solo, sin apoyo. Maneja la cuchara, pero la gira cerca de la boca. Comienza a imitar tareas.

Cada mes, el niño camina con más seguridad. Para subir escaleras, continúa gateando. Inicia la preferencia por una mano. Realiza actividades como construir una torre de tres cubos o meter bolas en frascos.
A nivel del lenguaje, puede nombrar un objeto familiar (pelota). Abraza a los padres.

A los diecisiete meses, el niño puede ser capaz de subir escaleras cogido de la mano y correr de forma torpe. Insiste en hacer cosas él solo, como por ejemplo comer. Hace torres de tres o cuatro cubos.
Su vocabulario incluye de diez a quince palabras. Señala dos o tres partes de su cuerpo.

Además de subir escaleras con ayuda y comenzar a correr, el niño es capaz de saltar con los dos pies y dar patadas a un balón. Realiza garabatos espontáneos. Pasa hojas de un libro, dos o tres a la vez. Cumple órdenes sencillas. Escucha una historia, mirando los dibujos y nombrando objetos. Puede avisar cuando el pañal está mojado. Da besos y abrazos.

El niño corre rígido y se sienta en sillas pequeñas. Explora cajones y papeleras. Su vocabulario incluye alrededor de diez-quince palabras. Nombra figuras e imita palabras.
Come solo, y pide ayuda en caso de necesitarla.

El desarrollo motor progresa, de manera que mejoran el equilibrio, la agilidad, la adquisición de la carrera y la subida de escaleras. El niño puede sacar objetos de un frasco sin demostración. Garabatea libremente e imita trazos verticales.
A nivel del lenguaje, además de imitar palabras, posee su jerga. Aparece el no.

El niño camina y corre con más seguridad. También es capaz de empujar sus juguetes y jugar con una pelota.
Se quita alguna pieza de la ropa. Es posible que cumpla órdenes con dos pasos.
Su vocabulario se amplía poco a poco, y pronto comenzará a construir frases simples.

Cada mes, el niño camina, corre y controla sus movimientos con mayor independencia y seguridad. Puede ser capaz de lavarse y secarse las manos, subirse los pantalones o quitarse los zapatos. Durante el día, el pañal se mantendrá limpio y seco casi siempre.
Observa a otros niños y juega cerca, pero aparte de ellos.

A punto de cumplir dos años, el niño salta, abre puertas, y se sube a las sillas y los muebles. Puede hacer torres de cinco a siete cubos, desenroscar tapaderas y plegar un papel imitando. Coge objetos del suelo sin caerse.
Su vocabulario incluye de veinte a cincuenta palabras. Señala hasta cuatro partes de su cuerpo y nombra al menos una.

A los dos años, el niño corre con soltura. Da patadas al balón sin perder el equilibrio. Es capaz de subir y bajar escaleras solo, de una en una. Realiza garabateo circular. Imita tanto la línea horizontal como la vertical. Puede pasar las hojas de un libro de una en una.
Usa frases de dos o tres palabras con verbo. También utiliza pronombres (yo, tú, mí).

A esta edad un niño ya es capaz de hacer muchas cosas con su cuerpo: caminar, saltar , correr, subir y bajar escaleras con apoyo, pero necesita más práctica para otras cosas que requieren de mayor Su madurez visual aún no está completa y eso influye mucho.
Cada vez está más firme en sus movimientos, camina más seguro y uniforme, ya no se tambalea tanto. Todos aquellos juegos que impliquen moverse serán sus preferidos, como por ejemplo saltar o jugar con una pelota.

Es capaz de pararse en un solo pie y mantener el equilibrio durante algunos segundos.
También puede saltar unos 20 cm con los dos pies juntos, caminar hacia atrás, pararse en puntas de pies y caminar siguiendo una línea recta.
Ahora puede subir hasta tres escalones seguidos, sin detenerse, y ha aprendido a bajar las escaleras.

Ya no es el pequeño o pequeña que se caía a cada momento, ya domina mejor sus movimientos y se divierte con juegos de todo tipo y también dibujando.
Le apasiona crear torres o bloques con sus juguetes, los clasifica y sobre todo los apila, verás que tiene momentos de total concentración, antes estos momentos duraban unos segundos, pero ahora si lo observas jugando o pintando dibujos verás que son más largos y puede que hasta se enfade si le interrumpes en plena labor.

Ya camina y corre sin problemas, puede pararse en puntas de pie y cambia de dirección para evitar los obstáculos sin caerse. También es capaz de subirse a los muebles con gran facilidad.
Ahora podrá tomarlos de forma más delicada ya que ha logrado cierta fluidez.Dentro de unas semanas superará este obstáculo y sus garabatos comenzarán a tomar forma, tendrán un significado.

Ahora camina con más confianza y soltura, puede correr y cambiar de marcha sin terminar de bruces en el suelo y logra bajar algunos escalones sin ayuda.
También logra caminar hacia atrás y ponerse de cuclillas. De hecho, ahora el niño es capaz de alimentarse por sí solo, puede quitarse los pantalones, lavarse las manos, ponerse los zapatos y cepillarse los dientes.

A la hora de comer, en el baño, cuando sale a pasear, en todo momento algo nuevo que imita de los adultos. Todo esto requiere un perfeccionamiento motriz que no dejará de desplegarse hasta que sea un ser completamente autónomo.
Ya podrá ponerse una prenda de ropa y probablemente podrá nombrar unas seis partes del cuerpo. También puede mantener el equilibrio en un solo pie durante un par de segundos o identificar un color.

• Logra ponerse una camiseta
• Se equilibra un segundo en cada pie
• Reconoce el abecedario
• Se lava los dientes por sí solo

Su motricidad fina mejora a ojos vista, y sostiene con mayor firmeza los cubiertos a la hora de comer.
.La mayoría de los niños ya logran atrapar una pelota cuando se la lanzas y han mejorado mucho su puntería. Obviamente, todos estos logros en el plano motriz amplían sus posibilidades para descubrir el mundo que le rodea y le permiten diversificar sus juegos.

• Usa las escaleras y se pone de puntas
• Salta con ambas piernas
• Resuelve rompecabezas sencillos
• Utiliza el tenedor, aunque no perfectamente

• Baja y sube escaleras alternando los pies
• Usa preposiciones (sobre, en, dentro...)
• Habla claramente la mayor parte del tiempo (se entiende el 75 por ciento de lo que dice)
• Apila ocho bloques

Aunque correr y saltar ya lo hace de manera casi automática, para otro tipo de ejercicios como pararse en un solo pie puede que le lleve un poco más de tiempo y necesite concentrarse. Muchos de los movimientos básicos de tu hijo se han convertido en automáticos. Ya no necesita enfocar su energía en caminar, pararse o saltar.
Algunas acciones, como pararse en las puntas de los dedos de los pies, o en un solo pie, pueden seguir requiriendo concentración y esfuerzo.

Más control de los movimientos, el niño tenga un mayor control sobre sus movimientos. A los 36 meses el niño ya será capaz de desenroscar tapas, hacer torres con 6 cubos o más, sostener un lápiz, pasar las hojas de un libro y copiar un círculo.
Ahora puede realizar tareas que antes le resultaban imposibles, como vestirse, abotonarse la camisa. También puede subir las escaleras alternando los pies, pedalear en un triciclo o mantener el equilibrio parado sobre un solo pie.