-
En Europa y EE. UU. surge el interés académico por estudiar el valor económico de las artes y la cultura. -
Publicaciones pioneras de William Baumol y William Bowen sobre la economía de las artes escénicas, identificando la "enfermedad de los costos" en el sector cultural. -
En América Latina se comienzan a debatir las relaciones entre cultura y desarrollo social. -
Avances en metodologías para medir el impacto económico de la cultura. -
Se realizan los primeros cálculos que estiman la contribución de las artes y la cultura al Producto Interno Bruto, principalmente en Reino Unido, Francia y Canadá. -
La UNESCO y organismos internacionales promueven el concepto de “Cultura y Desarrollo” como eje de políticas públicas. -
Creación de metodologías para medir aportes culturales a la economía. -
Países como EE. UU., Canadá y Reino Unido inician informes que calculan el impacto económico de las industrias creativas y culturales protegidas por copyright. -
Reafirma la cultura como motor de desarrollo humano sostenible. Marca un cambio de paradigma en la política cultural global. -
Implementación de los Indicadores UNESCO de Cultura para el Desarrollo (CDIS) en varios países. -
México, Colombia y Argentina generan reportes oficiales sobre el peso de las industrias culturales en sus economías. -
Espacio de encuentro entre gestores, académicos y autoridades. Se visibilizan problemáticas como recortes presupuestales, precarización laboral y falta de políticas fiscales adecuadas. -
Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela desarrollan políticas de reinstitucionalización del sector cultural. -
Publicación de informes del INEGI y CONACULTA con cifras oficiales. -
Crece el interés por las economías solidarias y modelos alternativos de gestión cultural. -
Reducción significativa de fondos a CONACULTA y otras instituciones culturales. Mayor protagonismo del sector privado y de las industrias culturales. -
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) impulsa el concepto en América Latina, resaltando el valor económico de la creatividad y la cultura. -
Ecuador, Uruguay, Perú y Costa Rica aplican los Indicadores UNESCO de Cultura para el Desarrollo. Énfasis en la dimensión económica y en el papel de los derechos de autor. -
Auge de emprendimientos culturales y creativos en entornos digitales. Expansión de las economías solidarias y colaborativas en el sector cultural. Retos: garantizar la rentabilidad social y económica, fortalecer derechos laborales, y fomentar el consumo responsable de bienes culturales.