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Nací el 22 de septiembre de 1986 en el municipio de Rincón de Romos, Aguascalientes. -
Soy la primera hija mujer, pero tengo un hermano mayor.
Mi infancia estuvo marcada desde que recuerdo por una disciplina impuesta principalmente por mamá. Ella me vestía igual que a mis tres hermanas que nacieron después de mi. Prácticamente entre una y otra solo hay un año de diferencia. Mi madre utilizó como medio de disciplina los castigos, hubo violencia física en especial las nalgadas, gritos y regaños. -
Papá solía irse de indocumentado a Estados Unidos, solía durar hasta dos años en ese país. Por lo tanto mamá fue quien tomaba las decisiones al respecto de la educación y la disciplina de la familia.
Recuerdo en especial cuando regresó papá en este año sus abrazos, besos; solía cargarme y darme mordiditas en las mejillas. -
En el 1994 y 1995 nacieron mis hermanos menores. Con ellos me tocó comenzar a ejercer actividades de cuidadora que mi madre me solía enseñar. La principal consigna fue es ser obediente, tranquila y reservada, decía "no den motivo para que la gente hable de ustedes". -
Seguí bien las enseñanzas de mamá, ya que en esta etapa mis conductas se encaminaban por buscar ser una buena hija, dar un buen ejemplo a mis hermanas, sacar buenas calificaciones, no salir a la calle ni andar de amiguera y menos pensar en tener novio ni amiguitos. -
Como tradición era que al cumplir 15 años podía tener una fiesta y la condición para merecerme mi fiesta fue el obedecer a mi papá y mamá, cumplir con los deberes en casa, en la escuela y sobre todo no tener novio. -
En este periodo en lo que más me enfocaba era en estudiar, disfrutaba estar en casa y comencé a involucrarme en actividades religiosas, cosa que a mi mamá le encantó. Mi papá me estableció como edad para tener novio hasta los 18 años, a lo cual no puse objeción, pero después me di cuenta que mis hermanas si tuvieron sus novios a escondidas siendo menores que yo.
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En esta etapa comprendí la forma en que me estaban educando en mi familia, cuestioné diferentes aspectos, algunas creencias comencé a derribarlas pero otras las hice más mías. Me di cuenta lo parecida que soy a mi madre y la gran influencia que tenía en mi forma de ser. Continué con el rol de estudiosa pues quería que mi familia se sintiera orgullosa de mis logros.
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Tuve mi primer y único novio a los 24 años. -
Decidí casarme y formar mi propia familia con el amor de mi vida, soñando en un matrimonio como el de mi padre y mi madre en el que perdurase el amor, la confianza y la fidelidad. -
Me convertí en madre de mi primer hijo y con ello nacieron los miedos, la incertidumbre y al mismo tiempo las ilusiones y la inmensa alegría. Ahora me tocaba a mí ser educadora de mis propios hijos, pues al año siguiente nació mi segundo hijo. -
Desempeño principalmente los roles de esposa, madre, ama de casa, profesionista, pero no dejo de ser la hija, la hermana y otros más en los que sin duda puedo decir que hay cosas que sigo llevando a cabo como producto del aprendizaje adquirido del estilo educativo que me enseñaron.