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Ignacio de Loyola nació el 23 de octubre de 1491 en una familia acomodada en el castillo de Loyola en Azpeitia, población de Guipúzcoa, cerca de los Pirineos en el norte de España. Su padre, don Bertrán, era señor de Ofiaz y de Loyola, jefe de una de las familias más antiguas y nobles de la región. Ignacio era el menor de 13 hijos. -
En este año la señora María de Velasco —mujer del contador mayor de Castilla, Juan Velázquez de Cuéllar—pidió al padre de Ignacio, Beltrán, que le mandase un hijo para educarlo en la corte, por lo que, se eligió a Íñigo quien marchó a Arévalo, donde pasó un mínimo de once años, hasta 1518, realizando frecuentes viajes a Valladolid y manteniéndose siempre muy cerca de la Corte, ya que su protector además de ser contador era consejero real. -
Durante su larga y difícil recuperación planeaba hacer lectura sobre caballería, su lectura favorita pero, no había ninguna en el castillo familiar donde convaleció, por lo que, tuvo que conformarse con un libro sobre la vida de Cristo y las biografías de los santos, temas que encontró inesperadamente fascinantes.
Siempre había soñado con imitar a los héroes, pero ahora tenían nombres como Francisco de Asís. Además, notó que le sucedía algo extraño. Dios, se dio cuenta, lo estaba convirtiendo. -
Íñigo quien luchaba con el ejército castellano, se encontraba en Pamplona cuando llegaron las tropas franco-navarras, resistió en el castillo de la ciudad, que fue asediado, arengando a sus soldados a una defensa que resultaba imposible. Durante el combate fue alcanzado por una bala de cañón que pasó entre sus dos piernas, rompiéndole una e hiriéndole la otra. -
Para ese tiempo Ignacio estaba lo suficientemente bien como para dejar su hogar con el propósito de servir a Dios. Llegó al santuario de Nuestra Señora de Montserrat donde mantuvo una vigilia toda la noche. Dejó su espada en el altar y le dio sus ropas finas a un pobre y en ese momento, olvidó su vida de noble soldado y se vistió con ropas toscas y sandalias para tomar la vida de un pobre peregrino. -
Vivía en una cueva a las afueras de la localidad de Manresa cuando comenzó a escribir sobre las emociones que se apoderaron de él como la gratitud y angustia, consuelo y tristeza mientras se encontraba con las Escrituras. Fue en ese lugar donde comenzó a trabajar en lo que se convertiría en ejercicios espirituales. -
En febrero de ese año ingresó a la Universidad de París, donde permaneció más de siete años, aumentando su educación teológica y literaria, tratando de despertar el interés de los estudiantes en sus ejercicios espirituales. -
El 15 de agosto Íñigo y sus siete seguidores, Francisco Javier, Pedro Fabro, Alfonso Salmerón, Diego Laínez, Nicolás de Bobadilla y Simão Rodrigues juraron en Montmartre "servir a nuestro Señor, dejando todas las cosas del mundo" y fundaron la Sociedad de Jesús, que luego sería llamada la Compañía de Jesús. Decidieron viajar a Tierra Santa y, si no podían, ponerse a las órdenes del papa. -
Con la bendición del papa Paulo III se funda la compañía de Jesús. Aunque contaba con algunas restricciones, que serían levantadas 3 años después, fue el inicio de varias escuelas, seminarios y universidades -
Su primer libro que contenía las vivencias que había tenido hasta ese momento en su vida, este fue impreso y publicado en dicha fecha. El libro fue titulado "Ejercicios Espirituales." Debido a la atención adquirida por San Ignacio, la inquisición revisó el libro, pero fue exculpado por orden papal.
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San Ignacio de Loyola murió súbitamente, según algunos reportes posiblemente debido a un brote de malaria. Debido a su inestable salud, la enfermedad presentada antes de que muriera no ocasionó sorpresa. Debido a esto, no pudo recibir los últimos sacramentos. -
El papa Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622 junto con Francisco Javier, Felipe Neri, Teresa de Jesús e Isidro Labrador