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Nació en Azpeitia, Guipúzcoa, Corona de Castilla
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Numeroso ejercito francés ataca ciudad española, cuya ciudad dependida de un reducido destacamento español capitaneado por el vizcaíno Iñigo López Loyola
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A los treinta años de edad cayó Loyola herido en la Batalla de Pamplona cuando defendía la ciudad de las tropas francesas de Enrique II de Navarra. Cayeron los Españoles ante los franceses
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Se retiró inicialmente a hacer penitencia y oración en Montserrat y Manresa, donde empezó a elaborar el método ascético de los Ejercicios espirituales
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De regreso a España comenzó a estudiar (ya con 33 años y para poder afrontar mejor su proyecto de apostolado) en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y París.
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Las primeras actividades de San Ignacio de Loyola difundiendo el método de los ejercicios espirituales le hicieron sospechoso de heterodoxia (asimilado a los «alumbrados» o a los seguidores de Erasmo de Rotterdam): en Castilla fue procesado, se le prohibió la predicación y hubo de interrumpir sus estudios.
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se graduó como maestro en Artes (aunque no terminó los estudios de Teología), San Ignacio de Loyola consiguió reunir un grupo de seis compañeros a los que comunicó sus ideas y con los que sembró el germen de la Compañía de Jesús, haciendo juntos votos de pobreza y apostolado en la Cueva de Montmartre.
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Ignacio redactó una orden religiosa dedicada la trabajo apostólico también conocida como constituciones. Se dedicaron al apostolado, la enseñanza, el cuidado de enfermos, y la Compañía de Jesús, cuyos estatutos aprobó el papa
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Configuraron las Constituciones que Ignacio dio, como una orden moderna y pragmática, concebida racionalmente, disciplinada y ligada al papa, para el cual resultaría un instrumento de gran eficacia en la «reconquista» de la sociedad por la Iglesia en la época de la Contrarreforma católica.
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Cuando Loyola murió su cuerpo, que fue inicialmente sepultado en la iglesia de Santa Maria della Strada, fue trasladado a la iglesia del Gesù, sede de la Compañía.
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El papa Gregorio XV escribió el nombre de Ignacio de Loyola en el libro de los santos confirmando así su santidad.