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Nací en Pachuca Hidalgo, soy la segunda hija de dos.
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Era una niña muy inquita, me regañaron por hacerle una poción mágica a una niña para que no llorara por extrañar a sus papás.
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"Club de Leones"
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Era una niña muy aplicada, pero comencé a reprobar exámenes por ayudar a una niña que no entendía las clases, por lo que me regañaron en la escuela y en casa
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Escuela Plan de Guadalupe
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Tenía una Maestra super exigente, ya era mayor de edad, a la mayoría de la clase nos daba miedo que nos regañara y siempre atendíamos las indicaciones, porque cuando se enojaba nos decía llamaba la atención muy fuerte. Aprendí que si no quería que me dijeran cosas que me lastimaran tenía que hacer lo que me indicaran.
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Desde 4o de primaria formaba parte del equipo de basquetbol, y la condición era ser alumna destacada. Mi profesor era muy exigente aunque compresivo a veces, con él aprendí a tener disciplina en todo lo que realizaba.
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Mantenía excelentes calificaciones en la escuela, formaba parte de la escolta pero no era abanderada, eso me ponía triste, no entendía cómo a pesar de ser buena estudiante mi recompensa tan anhelada no había llegado
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General No. 2
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Mantenía excelentes calificaciones, pero era muy nerviosa y ansiosa, temerosa de no cubrir las exigencias de mis padres. Eran muy estrictos.
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Implicó un cambio de escuela y maestras, la forma de educación era más flexible, pero con mayor responsabilidad.
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Estaba en el equipo de basquetbol y mi profe era muy regañón, nos gritaba mucho cuando no nos salían las jugadas. Solo me relacionaba con amigas que eran aplicadas en el estudio, casi no teníamos tiempo de recreación, derivado del nivel de exigencia de nuestros padres.
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Preparatoria No. 3
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Del nivel de estrés que me generaba la exigencia de mis profes y la de mis papás, se me dislocó la mandíbula, tenía colitis nerviosa y ansiedad extrema. Casualmente recuerdo haber aprendido mucho a partir de maestras y maestros muy cuadrados, exigentes, disciplinados, pero autoritarios. Logré pase automático a la universidad por excelencia académica.
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Mis profesores eran autoritarios, exigentes y con medidas disciplinarias firmes. Seguí la línea de ser dedicada y buena estudiante y nuevamente estaba en la escolta y en basquetbol.
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El tipo de educación era constructuvista, me sentía perdida, siempre me decían que hacer y ahora yo tenía que generar mi conocimiento. Me costaba trabajo saber por dónde empezar y constantemente cuestionaba si era correcto.
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UAEH
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Mis catedráticas eran muy flexibles, acompañaban en el proceso de aprendizaje, desarrollé recursos personales y académicos.
Tenía más posibilidad de decidir sin miedo, autonomía y seguridad personal. -
En este grado académico recuerdo con más agrado a las y los profesores que me acompañaron en mi proceso de aprendizaje, que me mostraron alternativas flexibles y a no ser tan exigente conmigo misma.
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Mis profesores podían ser flexibles pero disciplinados, y el nivel de exigencia era personal, claro que el mío siempre era muy alto.
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He cursado diferentes Diplomados para fortalecer habilidades en mi profesión, de los profes que recuerdo más en esta etapa son los que acompañan, que son flexibles, pacientes, tolerantes y respetuosos de las personas.
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Periodo de reaprendizaje y reflexión en mis formas de comportamiento