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Virreyes durante la Reforma Borbónica

  • Matías de Gálvez 1783-1784 ​

    Matías de Gálvez 1783-1784 ​
    Durante su breve gobierno se dieron órdenes para el saneamiento de las calles, alumbrado y empedrado, buena conservación de las acequias y puentes, y mejora de los abastos prohibió el juego de naipes, muy popular en el virreinato. Impulsó las medidas defensivas de las costas y de la frontera norte del virreinato y alentó la creación de otra en Santa Fe. suprimió la costumbre de reclutar jóvenes para el regimiento de Manila. falleció el 13 de noviembre de 1784.​ ​
  • Bernardo de Gálvez 1784-1786​

    Bernardo de Gálvez 1784-1786​
    Asistía con asiduidad a romerías, fiestas públicas y corridas de toros; durante una serie de duras heladas que azotaron el virreinato, costeó de su propio bolsillo la compra de frijol y maíz para los pobres. Inició la instalación del alumbrado público y la construcción de las torres de la catedral de México, ordenó la reconstrucción del castillo de Chapultepec y continuó con la construcción de la carretera a Acapulco.​
  • Manuel Antonio Flórez y Angulo 1787-1789​

    Manuel Antonio Flórez y Angulo 1787-1789​
    Su mandato recobró las atribuciones de la Hacienda que habían sido encomendadas a un superintendente; reorganizó el ejército, creando tres nuevos regimientos, y mandó construir el Real Estudio Botánico. En 1789 abandonó su cargo por motivos de salud y regresó a España.​
  • Alonso Núñez de Haro (arzobispo de México) 1787​

    Alonso Núñez de Haro (arzobispo de México) 1787​
    Durante su mandato, se consolidó la creación de las Intendencias, propuestas por el visitador José de Gálvez. Fundó un jardín botánico, las plantas fueron traídas de todas las partes de la colonia.
    Trató de ayudar a los indígenas mediante la supresión de las cuotas, pero sus órdenes no se llevaron a cabo. Propuso las reformas de la corte para los indígenas, la reducción de costes y la burocracia. ​
  • Juan Vicente de Güemes, segundo conde de Revillagigedo 1789-1794​

    Juan Vicente de Güemes, segundo conde de Revillagigedo 1789-1794​
    Ordenó el embellecimiento de paseos, plazas, y alamedas, controló el caos vial de la ciudad, introdujo los coches de alquiler y organizó el servicio de policía, aplicó una política de persecución a los ladrones y asesinos, caracterizándose su gobierno por la mano dura contra los criminales, la capital novohispana fue llamada la Ciudad de los Palacios. Mejoró las Intendencias, situación que derivó en el fomento del cultivo de algodón, cáñamo, seda y lino.​
  • Miguel José de Azanza 1798-1800​

    Miguel José de Azanza 1798-1800​
    Azanza fue desmovilizando las concentraciones de tropa que su antecesor había hecho y fortificando algunos puntos del virreinato, como el puerto de San Blas.​En 1799 hace frente al alzamiento independentista conocido como la rebelión de los machetes que lideraba Pedro Portilla. Los serenos (policías nocturnos de la ciudad) tenían orden de matar a todo perro vagabundo que encontraran. Se estima que se ejecutaron más de 14.000 animales entre los años 1798 y 1801​
  • Miguel Grúa Talamanca y Branciforte, conde de Branciforte 1794-1798​

    Miguel Grúa Talamanca y Branciforte, conde de Branciforte 1794-1798​
    Confiscó todas las propiedades de los residentes franceses en la Nueva España y la Luisiana y las vendió , al igual cargos y rangos militares​. El Ayuntamiento de la Ciudad de México acusó al virrey de corrupción, concretamente por gastar vastas sumas del erario público en proyectos de poca monta. El virrey prevaleció. Abierta la guerra con Francia, el virrey intentó levantar nuevos regimientos en las provincias, para ganar dinero con la venta de puestos, fue destituido
  • Félix Berenguer de Marquina 1800-1803​

    Félix Berenguer de Marquina 1800-1803​
    Suplió con más recursos a las tropas navales españolas, también formó el regimiento de granaderos. Reforzó los fuertes de Veracruz.​ El 1 de octubre de 1800, España cedió el territorio de Luisiana a Francia, que pronto la vendió a los Estados Unidos.​
    Extendió a la colonia entera el decreto de que ninguno fuera admitido en gremios o hermandades sin estar vestido decentemente. Permitió trabajar a las mujeres consistentes con la decencia, aunque las leyes locales lo prohibieran.​ ​