Jose

Vida de José

  • Gé 30:3-8, 22-24

    Gé 30:3-8, 22-24
    Cuando José nació, Raquel exclamó: “¡Dios ha quitado mi oprobio!”, pues había sido estéril. Luego lo llamó José, diciendo: “Jehová me añade otro hijo”, es decir, otro hijo además de Dan y Neftalí, a quienes Raquel había aceptado como suyos aunque le nacieron a su sierva Bilhá.
  • Gé 31:17, 18, 41.

    Gé 31:17, 18, 41.
    Unos seis años después, Jacob partió de Padán-aram con toda su familia para regresar a la tierra de Canaán
  • Gé 37:2

    Gé 37:2
    Odiado por sus medio hermanos. A la edad de diecisiete años, José cuidaba ovejas junto con los hijos que Jacob tuvo con Bilhá y Zilpá. Mientras lo hacía, aunque era el menor, no se unió a ellos en sus malas acciones, sino que, movido por un sentido de responsabilidad, le llevó a su padre un mal informe sobre ellos
  • Gé 37:3-11.

    Gé 37:3-11.
    Jacob tuvo más cariño a José que a todos sus demás hijos, debido a que era un hijo de su vejez, y tal vez también debido al apego de José a la rectitud. Jacob mandó hacer para su hijo una larga vestidura rayada, quizás como las que llevaban las personas de rango. Como resultado, los hermanos de José le cobraron odio. Más tarde, cuando les relató un sueño que predecía que llegaría a tener preeminencia sobre ellos, su odio fue mayor. Un segundo sueño señaló que, no solo sus hermanos, sino hasta su
  • Gé 37:12-20.

    Gé 37:12-20.
    En otra ocasión, Jacob, que entonces se hallaba en Hebrón, pidió a José que comprobase el bienestar del rebaño y de sus hermanos mientras estaban en las inmediaciones de Siquem. En vista del rencor que le guardaban, esta no debió ser una asignación agradable para José. No obstante, dijo sin vacilar: “¡Aquí estoy!”. Desde la llanura baja de Hebrón se puso en camino hacia Siquem. Un hombre le informó que sus hermanos se habían dirigido a Dotán, por lo que continuó su viaje. Cuando sus hermanos alc
  • (Gé 37:21-27

    (Gé 37:21-27
    Pero Rubén, el primogénito, quiso frustrar el asesinato y los exhortó a que no matasen a José, sino que lo arrojasen en una cisterna seca. Cuando José llegó, lo despojaron de su larga prenda de vestir rayada e hicieron lo que Rubén había recomendado. Posteriormente, cuando apareció una caravana de ismaelitas, Judá, en ausencia de Rubén, persuadió a los demás para que en lugar de matar a José lo vendiesen a los mercaderes que pasaban.
  • Gé 37:28; 42:21

    Gé 37:28; 42:21
    A pesar de las súplicas de José para que se apiadaran de él, lo vendieron por veinte piezas de plata.
  • Gé 37:31-35.

    Gé 37:31-35.
    Más tarde, engañaron a Jacob para que creyese que una bestia salvaje había matado a José. El anciano Jacob estaba tan afligido por la pérdida de su hijo que rehusó recibir consuelo
  • Gé 37:28, 36; 39:1

    Gé 37:28, 36; 39:1
    Con el tiempo los mercaderes llevaron a José a Egipto y lo vendieron a Potifar, el jefe de la guardia de corps de Faraón.
  • Gé 29:10; 31:20

    Gé 29:10; 31:20
    Esta compra del egipcio Potifar no era algo insólito, pues papiros antiguos indican que los esclavos sirios José era medio sirio,
  • Gé 39:6-10.

    Gé 39:6-10.
    José se había hecho un joven muy apuesto, y la esposa de Potifar se encaprichó con él. Le pidió repetidas veces que tuviera relaciones con ella, pero José, educado en las sendas de la justicia, rehusó, diciendo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. Sin embargo, eso no eliminó el peligro que afrontaba. Como indican los descubrimientos arqueológicos, parece que las casas egipcias estaban diseñadas de tal manera que había que pasar por la parte principal de la
  • Gé 39:2-6.

    Gé 39:2-6.
    Tal como José había sido diligente en favorecer los intereses de su padre, también fue un esclavo industrioso y confiable. Con la bendición de Jehová, todo lo que hizo tuvo éxito, de modo que Potifar le confió todos los asuntos de su casa. Parece que José desempeñó un cargo de superintendente, un puesto mencionado en los registros egipcios con relación a las casas grandes de los egipcios influyentes.
  • Gé 39:11-20.

    Gé 39:11-20.
    Finalmente, la esposa de Potifar se aprovechó de un momento que consideró oportuno. Mientras no había otros hombres presentes y José se ocupaba de la administración de la casa, ella se agarró de su prenda de vestir y le dijo: “¡Acuéstate conmigo!”. Pero José se desprendió de su prenda de vestir y huyó. Ante esto, la mujer se puso a gritar y dio a entender que José había intentado abusar de ella. Tras referírselo a su esposo, el encolerizado Potifar hizo arrojar a José en la casa de encierro, en
  • Gé 39:21-23.

    Gé 39:21-23.
    Sin embargo, debido a la conducta ejemplar de José en aquellas circunstancias y a la bendición de Jehová, más tarde el oficial principal de la casa de encierro le colocó en un cargo de confianza sobre los demás prisioneros. En este puesto el prisionero José demostró de nuevo su aptitud como administrador al encargarse de que se hiciera todo el trabajo.
  • Gé 40:1-22

    Gé 40:1-22
    Más tarde, cuando dos oficiales de Faraón —el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos— fueron puestos en la misma prisión, se designó a José para que los atendiese. Después de algún tiempo, los dos hombres tuvieron sueños, y José, tras atribuir la interpretación a Dios, se los descifró. El sueño del jefe de los coperos indicaba que se le restablecería a su posición al cabo de tres días. Por lo tanto, José le solicitó que le recordase e hiciera mención de él a Faraón para que pudiera ser l
  • Gé 41:37-44, 46

    Gé 41:37-44, 46
    Faraón consideró que José, que entonces tenía treinta años, poseía la sabiduría necesaria para administrar los asuntos durante el tiempo de abundancia y el de hambre. Por lo tanto, lo elevó al segundo puesto en el gobierno de Egipto, y le dio su propio anillo de sellar, prendas de vestir de lino fino y un collar de oro.
  • Gé 41:45.

    Esta manera de investir de autoridad está atestiguada por inscripciones y pinturas murales egipcias. También es digno de mención que los registros egipcios antiguos revelan que varios cananeos ocuparon puestos encumbrados en Egipto, y el que a José se le cambiara el nombre a Zafenat-panéah tampoco es un caso sin precedente. Además, José recibió por esposa a Asenat, la hija de Potifera (que en egipcio significa “Aquel a Quien Ha Dado Ra”), el sacerdote de On
  • Gé 41:1-36.

    Gé 41:1-36.
    Sin embargo, después de dos años completos, Faraón tuvo dos sueños que ninguno de los sacerdotes magos y sabios de Egipto pudo interpretar. El copero se acordó entonces de José y se lo mencionó a Faraón, quien en seguida hizo que lo llevasen a su presencia. Siguiendo la costumbre egipcia, José se afeitó y se mudó de ropas antes de presentarse ante Faraón. Tampoco en esta ocasión se atribuyó ningún mérito, sino que reconoció que la interpretación procedía de Dios. Luego explicó que los dos sueño
  • Gé 41:46-52.

    Después José recorrió la tierra de Egipto e hizo preparativos para administrar los asuntos del Estado, y luego almacenó grandes cantidades de víveres durante los años de abundancia. Antes de que llegase el hambre, su esposa Asenat le dio dos hijos, Manasés y Efraín.