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La imprenta permitió la producción masiva y estandarizada de libros, reduciendo el coste del acceso a textos y posibilitando la alfabetización y la escolarización a gran escala. Transformó la autoridad del saber (de manuscritos locales a textos impresos) y facilitó la difusión de currículos, manuales y exámenes.
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La pizarra reorganizó la interacción docente‑estudiante: permitió la modelización pública del razonamiento, la coordinación del trabajo colectivo y la reutilización del soporte para prácticas iterativas. Fue una tecnología pedagógica de bajo costo que incrementó la eficiencia del aula.
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La radio y la TV educativa ampliaron el alcance de la educación formal e informal: permitieron educación a distancia, alfabetización masiva y campañas de salud pública. El impacto dependió de diseño instruccional y materiales complementarios.
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Democratizaron el acceso a textos en múltiples formatos y lenguajes. Los e-books y bibliotecas digitales han ampliado la educación a distancia y la disponibilidad de material educativo actualizado.
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La Web transformó acceso y comunicación: permitió cursos a distancia, bibliotecas digitales, comunidades de práctica y evaluación en entornos híbridos. Democratizó materiales pero también amplió la brecha digital.
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El aprendizaje móvil habilita aprendizaje contextual, justo‑a‑tiempo y multimodal. Permite micro‑tareas y conexión social, ampliando la continuidad formativa fuera del aula. Los retos incluyen diseño instruccional y equidad de acceso.
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Ofrecen acceso masivo a educación superior de calidad, con cursos gratuitos y pagos. Han ampliado el aprendizaje autodirigido, aunque persisten retos de deserción y equidad.
Relación teórica: SAMR (redefinición de la enseñanza), TPACK (integración global de pedagogía y tecnología). -
Personaliza rutas de aprendizaje, ofrece retroalimentación instantánea y genera materiales didácticos. Plantea desafíos éticos, de equidad y de formación docente.
Relación teórica: SAMR (redefinición), TPACK (intersección pedagógica con IA).