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Esta fue una década decisiva para muchos productores, ya que se vio la continuación de la tradición familiar, inicio de fuentes de trabajo, generación y aumento de canales de distribución, consumidor permanente del producto (generacional). La venta se realizaba principalmente en el municipio de San Juan del Río, generación de trabajos y mucha venta del queso.
Se realizaban quesos con leña. A pesar de que no había puntos de venta específicos, fue una gran época. -
Fue en la década de 1980 (o inclusive tiempo más atrás), en la que los diversos productores de queso presenciaron la era del ímpetu en la producción de queso. Había una diversidad de familias involucradas en la actividad lechera; leche no faltaba.
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Fue hasta 1997 que Don Silvano se dedico a la recolección y entrega de leche para los productores de queso.
Ya no deseo seguir con esa actividad, ya que muchos productores (de queso o leche) no pagaban su servicio. -
Fue en 2010 cuando varios productores se percataron del aumento de productos (quesos) de imitación o análogos en las diferentes tiendas de conveniencia y mercados locales.
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En este periodo los distintos productores empezaron a vivir una disminución abrupta en los diferentes apoyos que los Gobiernos enviaban o aplicaban para el sector agropecuario en la zona de Aculco, siendo todavía "pasable" de 2011 hasta mediados de 2018 porque si bien no eran tantos, aún cubrían ciertos rubros. Pero a inicios de 2019 empezaron a desparecer
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2015 fue un año agridulce para los queseros; Aculco se había designado como un Pueblo Mágico, por un lado la presencia del turismo fue enormemente bien recibida y hasta agradecida, pero también se dieron a relucir ciertas preferencias por parte del Gobierno Municipal para privilegiar a ciertos negocios de quesos con intereses políticos.
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Tras llevado a cabo diversos análisis por distintas organizaciones, los queseros se enteraron que algunos de los productores de leche a quienes les compraban su principal materia prima (la leche), percibían cantidades permisibles de antibióticos, cuestión que no es para nada bueno para los queseros y sus negocios.
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Hace 4 o 3 años que los queseros se percataron de la disminución de venta de leche cruda por parte de muchos productores de leche, posteriormente vino la escasez derivado del abandono de esta actividad ganadera.
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Fue en octubre del 2019 que llegó un programa estatal enfocado a promover los proyectos productivos de la zona de Aculco. Sin embargo, el programa no escalo más allá que en otorgar algo de material para los queseros, pero sin acompañamiento técnico.
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Don Silvano, un quesero de antaño, en este año coloca su primera punto de venta o local para poder comercializar mejor su producto, pero es el año donde todo comienza a subir de precios en el sector primario, y aunque Don Silvano busca otros proveedores, no logra mantener su local.
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Fue entre estos años que empezaron a desaparecer diversos programas sociales y técnicos enfocados al campo. Siendo el momento "0" en los años 2021 y hasta 2022 (Pandemia por COVID-19)
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Fue en el 2020, cuando los queseros (a través de platicas informales) se les ocurrió desarrollar una línea de producción de quesos pero del tipo imitación o análogos, esto como una medida de supervivencia para no abandonar su actividad. Ya que estos quesos por su composición y metodología son más baratos y relativamente fáciles de distribuir.
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Durante este tiempo se vieron (y algunos aún lo ven) muy complicadas las ventas y comercializaciones de los quesos, por las diversas restricciones que tanto el Gobierno Federal como el Estatal impusieron. Esto claramente afecto la economía local, pero principalmente la economía familiar.
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Durante este periodo comprendido de la pandemia por la COVID-19, muchos familias queseras dadas las circunstancias practicaron el autoconsumo de sus productos. Esto en algunos generó más sentido de pertenencia y respeto por su actividad.
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La producción agrícola se vio altamente afectada en este año, por la falta de lluvias durante las distintas temporadas de siembra y cosecha, desatando una línea de "desastre" que comenzó con los agricultores, después con los ganaderos, de aquí se vieron afectados los especializados en la producción de leche, y esto llegó con la producción de quesos.
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Hace no más de 1 año y medio, algunos queseros se percataron del aumento en la compra de sus productos a través de sus puntos de venta (la mayoría se ubica a las afueras de la cabecera municipal de Aculco), esto ha generado en los productores resistencia ante la transición de cambio que hay por la pandemia.
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Durante los días más duros de la pandemia por la COVID-19 muchos jóvenes ya no pudieron tomar sus clases de forma virtual (derivado de las restricciones), es por ello que muchos tuvieron la oportunidad de apoyar en la actividad quesera, involucrándose más en la parte de uso y manejo de TIC para la administración de los puntos de ventas. Sin embargo, iniciando el año en curso y una vez levantadas las restricciones, muchos volvieron a sus aulas, abandonando casi por completo la actividad