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Asegurar a la víctima y el propio bienestar. Es necesario advertir aquellos riesgos potenciales que pueden causar otros accidentes.
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Evaluar a la víctima y reconocer los signos de un esguince, entre ellos:
-Dolor articular o dolor muscular.
-Hinchazón.
-Rigidez articular.
-Cambio de color de la piel, especialmente hematomas. -
Aplique hielo inmediatamente para reducir la inflamación. Envuelva el hielo en un pedazo de tela y no lo aplique directamente sobre la piel.
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Envuelva firmemente un vendaje alrededor de la zona afectada, pero no apretado, para limitar el movimiento.
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Es recomendable que el lesionado mantenga el pie en total reposo, si es necesario se debe utilizar un cabestrillo para inmovilizar o utilizar muletas para no recargar el pie.
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Inicialmente, los esguinces pueden ser tratados en casa, pero si el dolor es muy intenso y no se nota mejoría, lo indicado es buscar asistencia médica para una valoración más detallada y oportuna y descartar otras posibles fracturas.