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Durante la Revolución Francesa. Su definición inicial se establecía como mil gramos, siendo un gramo la cantidad de masa que hay en un centímetro cúbico de agua pura en su punto de fusión del hielo (alrededor de los 4 °C). -
Es aceptado para ser indistinguible de la masa del estándar del
kilogramo en ese entonces, y ratificó formalmente al kilogramo por la primera
Conferencia General de Pesos y Medidas en 1889. -
Se han llevado a cabo tres comparaciones de masa entre el prototipo internacional y sus seis copias oficiales, después de su fabricación, para evaluar la estabilidad de la masa del prototipo internacional. Estas comparaciones se conocen como verificaciones periódicas. En las dos primeras, en 1946 y en 1991, se pudo constatar que las copias habían sufrido variaciones de masa respecto al prototipo internacional, con un valor medio de 30 microgramos. -
Jan de Boer quien en 1971 explicaba que una definición del kilogramo basada en la masa del protón le parecía natural, pero que una propuesta de esa naturaleza era de muy lejana aplicación ya que no se podía medir, en aquel entonces, con suficiente precisión la masa de las partículas atómicas. -
Brian Kibble concibió la idea de usar una balanza de brazos iguales, a la que se llamó balanza de potencia, para comparar una potencia eléctrica con una potencia mecánica. Combinándola con los efectos cuánticos macroscópicos, resultó posible usar la balanza de potencia para vincular el kilogramo con las constantes fundamentales, en particular con la constante de Planck, y esa posibilidad cambiaría el curso de la metrología de masa. -
La nueva unidad, en cambio, se medirá con la llamada "balanza de Watt", un instrumento que permite comparar la energía mecánica con la electromagnética utilizando dos experimentos separados. Existe una relación directa entre la electricidad y el peso, ya que la fuerza que ejerce un electroimán es proporcional a la corriente eléctrica que pasa por sus bobinas