Los orígenes de la creación.

El origen del mal.

4000 BCE

En el principio de todas las cosas el universo estaba lleno de paz y de amor. No existía nota discordante en el universo de Dios. Pero hubo uno que peco y corrompió la obra de Dios. Lucifer el lucero de la mañana, después de Jesús era la creatura más honrada y respetada en el cielo, pero corrompió su corazón y traiciono a su Dios. Quiso ser semejante al altísimo y esto le acareo la destitución de su posición en el cielo.

La rebelión

3950 BCE

No se había efectuado cambio alguno en la posición o en la autoridad de Cristo. La envidia de Lucifer, sus tergiversaciones, y sus pretensiones de igualdad con Cristo, habían hecho absolutamente necesaria una declaración categórica acerca de la verdadera posición que ocupaba el Hijo de Dios; pero ésta había sido la misma desde el principio. Sin embargo, las argucias de Lucifer confundieron a muchos ángeles.

La expulsión.

3900 BCE

Aun cuando Satanás fue arrojado del cielo, la Sabiduría infinita no le aniquiló. Puesto que sólo el servicio inspirado por el amor puede ser aceptable para Dios, la lealtad de sus criaturas debe basarse en la convicción de que es justo y benévolo. Por no estar los habitantes del cielo y de los mundos preparados para entender la naturaleza o las consecuencias del pecado, no podrían haber discernido la justicia de [23] Dios en la destrucción de Satanás.

La creación.

3850 BCE

Cuando salió de las manos del Creador, la tierra era sumamente hermosa. La superficie presentaba un aspecto multiforme, con montañas, colinas y llanuras, entrelazadas con magníficos ríos y bellos lagos. Una vez creada la tierra con su abundante vida vegetal y animal, fue introducido en el escenario el hombre, corona de la creación para quien la hermosa tierra había sido aparejada.

Adán, Eva y la creación.

3800 BCE

"Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento." "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera." La gran obra de la creación fue realizada en seis días. "Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho." Al bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un recordativo de su obra creadora.

Adán, Eva y Dios.

3750 BCE

Dios dio a Adán una compañera. Le proveyó de "ayuda idónea para él," alguien que realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola cosa con él en amor y simpatía. Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como autor al Creador del universo. "Honroso es en todo el matrimonio." Fue una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó Adán consigo.

Dios y su carácter.

3700 BCE

La ley de Dios es tan santa como él mismo. Es la revelación de su voluntad, el reflejo de su carácter, y la expresión de su amor y sabiduría. La armonía de la creación depende del perfecto acuerdo de todos los seres y las cosas, animadas e inanimadas, con la ley del Creador. No sólo ha dispuesto Dios leyes para el gobierno de los seres vivientes, sino también para todas las operaciones de la naturaleza.

La tentación y la caída.

3680 BCE

Como los ángeles, Adán y Eva debían de ser probados. Sólo podían conservar su feliz estado si eran fieles a la ley del Creador. Podían obedecer y vivir, o desobedecer y perecer. Al que no perdonó a los ángeles que pecaron no los perdonaría a ellos tampoco: la transgresión los privaría de sus dones, y les acarrearía desgracia y ruina. El tentador dijo que jamás llegaría a cumplirse la divina advertencia; Satanás hizo creer a la santa pareja que ellos se beneficiarían violando la ley de Dios.

El Plan de Redención

3650 BCE

El plan de la salvación había sido concebido antes de la creación del mundo; pues Cristo es "el Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo. Sin embargo, fue una lucha, aun para el mismo Rey del universo, entregar a su Hijo a la muerte por la raza culpable. Pero, "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. El soberano del universo vendría a sufrir por la raza caída como uno de nosotros.

Expulsados del jardín de Eden.

3500 BCE

La pareja no pudo seguir en el Edén. Pidieron a Dios que los dejase en el hogar de su inocencia y regocijo. Sabían que perdieron todo derecho a la feliz morada, prometieron estricta obediencia a Dios en el futuro. Pero su naturaleza se había depravado por el pecado, que había disminuido su poder para resistir al mal, y se habían abierto la puerta para que Satanás tuviera fácil acceso a ellos. Si siendo inocentes habían cedido a la tentación; tendrían menos fuerza para mantener su integridad.

Caín y Abel probados

3000 BCE

Caín se presentó a Dios con murmuración e incredulidad en el corazón tocante al sacrificio prometido y a la necesidad de las ofrendas expiatorias. Su ofrenda no expresó arrepentimiento del pecado. Creía, como muchos creen ahora, que seguir exactamente el plan indicado por Dios y confiar enteramente en el sacrificio del Salvador prometido para obtener salvación, sería una muestra de debilidad. Prefirió depender de sí mismo.

Set y Enoc.

2800 BCE

A Seth le nació un hijo, y llamó su nombre Enós, y los hombres empezaron a adorar a Dios A medida la tierra fue poblándose se fue marcando una gran diferencia entre las dos clases de adoradores. Durante algún tiempo las dos clases permanecieron separadas. Los hijos de Set siguieron "el camino de Caín, fijaron su atención en lo terrenal. El Espíritu de Cristo habló por medio de Enoc no sólo en expresiones de amor, compasión y súplica; No solo palabras halagadoras sino también de amonestación.

El Diluvio.

2100 BCE

No deseando conservar a Dios en su memoria, no tardaron en negar su existencia. Adoraban a la naturaleza y no al Dios de la naturaleza. El mundo era joven; pero la maldad se había hecho profunda y general y Dios no soporto más y dijo: Raeré los hombres que he creado de sobre la faz de la tierra. Declaró que su Espíritu no contendería para siempre con la humanidad culpable. Si los hombres no cesaban de manchar el mundo y sus ricos tesoros con sus pecados, los borraría de su creación.

Condiciones semejantes prevalecen hoy día.

2000 BCE

Cuando los razonamientos de la filosofía hayan desterrado el temor a los juicios de Dios; cuando los maestros de la religión nos hablen de los largos siglos de paz y prosperidad, y el mundo se dedique por completo a sus negocios y placeres, a plantar y edificar, fiestas y diversiones, y desechando las amonestaciones de Dios, se burle de sus mensajeros, "entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, . . . y no escaparán."