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Lázaro tuvo una infancia difícil ya que su padre murió y su padrastro se le acusó de hurto. La madre se encontró a un ciego que a partir de ahí sería el amo de Lázaro. El ciego no alimentaba bien a Lázaro entonces él le robaba en el momento que tuviera ocasión, el ciego siempre acababa sabiendo lo que hacía Lázaro, entonces lo castigaba. A pesar de todo esto le enseñó muchas lecciones a Lázaro.
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Los pecados de ciego era la avaricia y la ira: ya que era avaro con la comida, por ejemplo página 32 línea 14 dice: “jamás vi hombre tan avariento y mezquino” y la ira cada vez que sentía que Lázaro hacía algo mal lo le pegaba y gritaba, por ejemplo página 34 línea 30 dice: “ lo dejó caer sobre mi coca con toda su fuerza”.
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A Lázaro no lo trataban muy bien, ya que sufría de maltrato físico y psicológico, además de hambre.
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El segundo amo fue un clérigo, seguían alimentando mal a Lázaro, pero el clérigo era difícil de engañar. El clérigo tenía una arca donde guardaba la comida, esta arca estaba cerrada con candado. Un día consigue una copia de la llave y le va robando poco a poco. El clérigo se dio cuenta que faltaba pan, Lázaro a partir de hay hace un plan, pero le sale mal, ya que lo pillan y lo echa.
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Los pecados del clérigo son la avaricia, ya que en la página 47 línea 9 dice: "la misma avaricia, era en comparación con éste, un Alejandro magno. Y la gula, ya que en la página 47 línea 16 dice: "ese panecillo en ofrenda, su propia mano lo lanzaba a la arca y la volvió a cerrarla con llave".
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A Lázaro lo tenían desnutrido, ya que casi no comía, también tuvo maltrato psicológico.
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Su nuevo amo era un escudero, Lázaro se pensó que por como vestía, estaría bien, lo que no sabía era que el más pobre que el. Al escudero no le molestaba que Lázaro pedía limosna solo que no quería que supieran que vivía con él. Un día vinieron los del alquiler y les digo que iría a por cambio, jamás volvió, por lo tanto Lázaro se quedó sin amo.
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El escudero tenía soberbia: Página 63 línea 20, ya que dice: “Dios te ha premiado al toparte conmigo”. También en la página 72 línea 5 es en el momento que se entera que Lázaro pide limosna y el escudero le dice: ”Sólamente te pido una cosa: que no sepa nadie que vives conmigo”. Tiene soberbia ya que le gusta aparentar y creerse superior delante de los demás.
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El escudero trataba muy bien a Lázaro, en el tema de la comida él intentaba compartir lo que podía aunque más bien Lázaro lo alimentaba a él.
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Su cuarto amo fue un fraile, con él no estuvo muchos días ya que siempre estaba yendo a sitios y Lázaro no resistía en trote.
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El pecado era Lujuria, ya que en la página 87 línea 3, dice: “las mujerzuelas lo llamaban pariente”.
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A Lázaro no lo trato ni bien ni mal, pero podría haber pensado en cómo podría llevar lo del trotar tanto.
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Su siguiente amo fue un Buldero, Su amo era un estafador que con ayuda de su alguacil estafaban a la gente para saber sus pecados, primero fingieron una pelea y después como si dios hubiera castigado al alguacil y como si él rezando lo hubiera salvado.
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El pecado del buldero era la avaricia: ya que en la página 101 Lázaro dice: “Cuantas jugadas de éstas deben de hacer estos burladores entre la gente inocente”:
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No trataban mal a Lázaro, solo que no le daba mucho de comer, solo comía a costa de clérigos, curas y cuando iba a predicar.
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En este tratado el trabajo para un capellán. El capellán le dio un asno, para que fuera a vender agua. Lo que ganaba entre semana si eran más de 30 maravedís se lo quedaba y los Sábados todo era para Lázaro. Lázaro con lo que ganó ya pudo vestirse bien y decidió dejar el oficio.
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El pecado del capellán era la pereza ya que él no trabajaba hacía trabajar a Lázaro por él.
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El capellán no trató mal a Lázaro en ningún momento
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Su último amo fue un alguacil. Duró muy poco ya que el oficio le parecía peligroso así que rompió el trato. A partir de eso tuvo un trabajo real, público. Se le daba tan bien que podía vivir bien a costa de eso. Se casó y tuvo una hija. El le dijo a su mujer que desconforme porque no podía salir de casa, llegaron al acuerdo que saliera cuando quisiera y Lázaro prohibió a sus amigos decir nada que pudiera influir en su matrimonio.
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El pecado del alguacil era la soberbia ya que en el momento que se paro quería demostrar su valía a la gente.
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El alguacil no trato mal a Lázaro, la única cosa es que Lázaro no podía resistir a aquel trabajo.