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Se considera que el inicio de la cerámica en Castilla La Mancha se produjo aquí. Se empleaban técnicas como la del churro o la bola y se cocían las piezas en un agujero con fuego que se hacía en suelo. Posteriormente, se utilizaba el secado llamado en "estado de cuero" en la que la pieza estaba semiseca para poder decorarla y después proceder a la cocción y secado completo.
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En este año se creo el torno y se usan nuevas técnicas que vienen de los fenicios como son el estampillado y la decoración pintada, principalmente se utilizaban pinceles y compás y para poder dar color a las piezas se usaba el oxido de hierro. Aquí se inventó el horno de cúpula y doble cámara que ya por aquel entonces alcanzaba los 900º-1000º grados aprox.
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Se trabajaba principalmente a torno pero usaban también la técnica a molde sobre todo para hacer máscaras de teatro (lucernas). Además, para la decoración se empleaba la Terra Sigillata.
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De esta época cogimos algunos de los decorados más usuales de la cerámica de mano de alfareros de la era islámica andalusí, por ejemplo, el verde y manganeso, vidriado, cuerda seca esgrifado y estampillado.
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Esta forma de trabajar la cerámica, aunque mejorada, es la que se tiene hoy en día. Se utiliza la técnica del estarcido para decorar la pieza. Después, se da el segundo baño de cocción y ya tendremos las piezas listas. En esta época al igual que hoy en día se usa como elemento decorativo en los hogares, bien sea con vajillas, jarrones o ceniceros, entre otros.
