-
Desde el inicio de la humanidad el hombre ha pasado por varias etapas de liderazgo: iniciando con la de “cazadores”, pasando por periodos pre-matriarcales, matriarcales y patriarcales, identificando características genéticas del líder y su evolución con los grupos sociales.
-
A finales del siglo XIX que se comienza el estudio formal de las teorías del liderazgo
-
Se dio desde tiempos inmemoriales hasta el siglo XIX; durante todo este periodo el líder se escogía por su valentía, fortaleza, riqueza o astucia; ofrecía seguridad a cambio de lealtad.
-
En esta etapa los estándares de vida eran más fáciles de alcanzar, pues la innovación se encontraba en todos los ámbitos de la sociedad y el manejo de la información era transcendental. Gracias a estos avances los procesos eran rápidos y cambiantes, también el líder debía ser capaz de adaptarse a estos cambios y entenderlos.
-
Principios del siglo XX surgen las denominadas “Teorías de los rasgos” que ubican al líder con base en su personalidad humana y por tanto de su comportamiento, pensamiento y emoción
-
En los años cuarenta del siglo XX surgen las “Teorías del estilo” enfocando su concepto en el desarrollo de líderes mediante su entrenamiento en la organización y definiendo un modelo de características del mismo
-
En los años sesenta surgen las “Teorías de contingencia”, las cuales basan su enfoque en el efecto que la situación de la organización causa en la efectividad de un líder.
-
Identifican al líder como administrador de significados que define a la organización a través de su propia visión, y por ello se identifican cuatro estilos de liderazgo: transaccional (intercambio entre el líder y el seguidor mediante estímulo-respuesta), transformacional (elevando las aspiraciones de los seguidores y del líder), carismático (líder reforzador de la autoestima del seguidor), y visionario (Líder que ubica la visión de la organización como parte central).
-
Se desarrollan a finales del siglo XX las “Teorías Post-Carismáticas y Post-Transformacionales” que rompen con la ortodoxia administrativa centrándose en un liderazgo efectivamente compartido en todas las partes (equipos) que integran un sistema y que enfrentan el reto sistémico del aprendizaje del error, lo que genera organizaciones que aprenden a aprender. Así lo señala Ackoff (2012) en el paradigma de la administración sistémica.
-
En la actualidad las empresas requieren líderes que tengan la capacidad de enfrentarse a la incertidumbre, los cambios constantes, la flexibilidad organizacional y la responsabilidad social, que afectan al individuo como centro de los procesos en una organización, comunidad o sociedad. Estas exigencias del entorno, no solo aplican al ámbito organizacional, sino a todo el entorno social.
-
Hoy en día se necesitan líderes con capacidad para cumplir los objetivos empresariales, pero también se requiere que sean lo suficientemente hábiles para hacer partícipes a sus equipos y seguidores de estos éxitos, de forma que se sientan igualmente inspirados a hacer lo mismo con las personas bajo su cargo o supervisión