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En el siglo II AC, el rey seléucida Antíoco Epífanes procuró helenizar a los judíos y aplastar su espíritu nacionalista. Eliminó sus ritos religiosos, cambió sus formas de vida y trató de destruir su literatura sagrada. Después de una descripción de los esfuerzos hechos en ese tiempo para introducir ritos paganos, 1 Mac. 1: 56, 57
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El apóstol Pablo usa la palabra en ese sentido en Gál. 6: 16. Desde el siglo II en adelante,
continuamente se recurrió a la regla de las enseñanzas cristianas con frases como "canon de
la iglesia", el "canon de la verdad", o el "canon de la fe" (ver Brooke Foss Westcott, History of
the Canon, 7ª ed., pág. 514). -
No se sabe cuándo se completó la traducción de todo el Antiguo Testamento. Esto puede haber sucedido en el siglo III AC o a comienzos del siglo II. Sin embargo, la Septuaginta completa es mencionada por el traductor del Eclesiástico de Jesús Ben Sirá, en el prólogo que añadió a este libro apócrifo. El prólogo fue escrito por el año 132 AC, y se refiere a la Biblia griega como algo que ya existía.
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Atanasio luego llamó "canon" a toda la colección de libros sancionados por la iglesia, y éste es el significado
con el cual se introdujo la palabra en el lenguaje de la iglesia (Westcott, History of the Canon,
págs. 518, 519 -
Sólo se conocen dos registros de este período que tengan alguna relación con la historia de la Biblia: (1) La tradición de la visita de Alejandro a Jerusalén y (2) la preparación de la traducción griega del Antiguo Testamento hecha en Egipto y llamada la Septuaginta
(generalmente se abrevia LXX). -
La Biblia griega o Septuaginta (lxx) es una colección de escritos, la mayoría de ellos traducidos del hebreo y algunos compuestos originalmente en griego, que engloba obras de distintos géneros literarios y cuyas traducciones o composición se produjo a lo largo de cuatro siglos, desde el iii ac hasta el i dc”, anotan Natalio Fernández Marcos y María Victoria Spottorno Díaz-Caro en La Biblia griega Septuaginta i, El Pentateuco (Salamanca, Ediciones Sígueme, 2008).
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De acuerdo con Josefo, la visita de Alejandro a Jerusalén se efectuó después de la caída de Gaza, en noviembre del año 332 AC. Según el relato, cuando fue a castigar a los judíos por haber rehusado ayudarle con tropas en su guerra contra los persas.(Josefo,
Antigüedades, xi. 8. 4, 5). -
Las Crónicas y su continuación, Esdras-Nehemías, registran acontecimientos que sucedieron durante los siglos VI y V, pero no después. Si se desea examinar una declaración más en cuanto a la relación de Esdras con la colección de los libros sagrados, ver Profetas y reyes, pág. 448.
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Jerónimo (siglo V), el traductor de la Biblia al latín -la Vulgata- que ha llegado a ser la Biblia oficial católica, fue el último escritor de la iglesia que arguyó enérgicamente a favor de no aceptar nada sino los escritos hebreos y de rechazar los apócrifos. Sin embargo, la mayoría de los dirigentes de las iglesias occidentales aceptaron en sus días los apócrifos y les dieron la misma autoridad que al Antiguo Testamento. (Hipona en 393, Cartago en 397).
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La Iglesia Anglicana fue más liberal en el uso de los apócrifos. El Libro de oración común prescribió, en 1662, la lectura de ciertas secciones de los libros apócrifos para varios días de fiesta, así como para lectura diaria durante algunas semanas en el 48 otoño. Con todo, los Treinta y Nueve Artículos hacen diferencia entre los apócrifos y el canon.
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se realizó en Inglaterra durante la primera mitad del siglo
XIX. Se editó una gran cantidad de publicaciones, de 1811 a 1852, para investigar los méritos y errores de estos libros extracanónicos del Antiguo Testamento. El resultado fue un rechazo general de los apócrifos por los dirigentes y teólogos eclesiásticos. -
Los reformadores tornaron una posición firme en el rechazo de los apócrifos, pero después de su muerte esos libros fueron aceptados una vez más en algunas iglesias protestantes, aunque finalmente fueron rechazados por la mayoría de ellas en el siglo XIX.