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El telefono
En 1878, Alexander Graham Bell mostró su “máquina eléctrica parlante” y cómo podía mantener una conversación a distancia entre
dos de estos aparatos unidos por un hilo eléctrico. -
la conexión a distancia
Es evidente que este modelo de conexión, “todos con todos”, es completamente inviable: para cada aparato nuevo que se incorpora a la
red, se precisa un gran número de conexiones nuevas. Para hacernos una idea, una red “todos con todos” de cincuenta teléfonos necesita 1.225 líneas de conexión y, en cada teléfono, un dispositivo
que permita cuarenta y nueve conexiones. -
CENTRALITA
De aquí provienen términos hoy tan comunes como abonado (el usuario
que se abona a una central), bucle de abonado (el cable que une al
abonado con la central) o central de conmutación.
La tarea de conmutar las conexiones, al principio, se hacía a mano.
Cuando alguien quería realizar una llamada, descolga
operadora que le conectara con quien deseaba hablar. Una vez finalizada la comunicación, la operadora desconectaba los cables y, así, las
líneas quedaban preparadas para recibir otras llamadas. -
EL TELEFONO
En 1878, Alexander Graham Bell mostró su “máquina eléctrica parlante” y cómo podía mantener una conversación a distancia entre
dos de estos aparatos unidos por un hilo eléctrico.