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El ábaco de polvo constituye la más antigua herramienta de cálculo conocida y
se remonta a la llamada cuna de la civilización hace por lo menos 5000 años en el Valle
del Tigris-Eufrates, al suroeste de Asia. El ábaco de polvo no era más que una pequeña
superficie cubierta de polvo o de arena, sobre la cual se marcaban las cifras con un
estilo. En la China de Confucio (541-479) al ábaco se le llamó suanpan. -
Aproximadamente 3000 años antes del descubrimiento de América, se construye
el observatorio de Stonehenge en Inglaterra. Este monumento, compuesto de círculos
concéntricos hechos de piedras gigantescas, sigue siendo un enigma para los
arqueólogos. -
El descubridor del logaritmo, John Napier (1550-1617), barón de Merchiston en
Escocia, desarrolló en 1614 un aparato conocido como las varillas o huesos de Napier
que venía a ser una tabla de búsqueda de resultados para las multiplicaciones. -
La primera calculadora la inventó un joven francés llamado Blaise Pascal (1623-
1662) en 1642. -
Para empezar, Gottfried Wilhelm Leibnitz (1646-1716) mejoró la máquina de
Pascal, añadiéndole un cilindro escalonado de dientes de longitud variable, conocida
ahora como rueda de Leibnitz para representar los dígitos del 1 al 9. -
En 1854 el matemático inglés George Boole (1815-1864) sienta las bases de lo
que conocemos hoy como Teoría de la Información, con la publicación de su obra
maestra, Una Investigación de las Leyes del Pensamiento sobre las cuales se
fundamentan las Teorías Matemáticas de la Lógica y las Probabilidades. -
Los aparatos más eficientes en el ámbito del cálculo científico y militar en la
primera mitad del siglo XX empleaban la hoy en desuso tecnología analógica. Así
ocurría con el analizador analógico de Vannevar Bush desarrollado hacia 1930.