Mass at the cathedral 1222144

Historia de la Eucaristía (Medievo y Reforma)

  • Period: 800 to 1099

    LA EUCARISTÍA EN LA IGLESIA DE OCCIDENTE EN EL ALTO MEDIOEVO (SIGLOS IX-XI)

  • 809

    Las «Expositiones Missae» en el periodo carolingio: Amalario de Metz y Floro de Lyon

    Las «Expositiones Missae» en el periodo carolingio: Amalario de Metz y Floro de Lyon
    Amalario: La Misa es, ante todo, una sagrada representación, un revivir dramáticamente, gracias a la representación escénica, toda la vida de Cristo y en particular su pasión, muerte y resurrección.
    Las oraciones, gestos y disposiciones de los ministros son interpretados alegóricamente. Floro: Impugna el alegorismo, colocando el acento en la eficacia y en el contenido objetivo del rito sacramental, en el cual se celebra de nuevo el sacrificio de Cristo.
  • 831

    La presencia eucarística de Cristo en la teología monástica del siglo IX: Pascasio Radberto y Ratramno

    La presencia eucarística de Cristo en la teología monástica del siglo IX: Pascasio Radberto y Ratramno
    Pascasio: reafirmó que la Eucaristía es la verdadera carne de Cristo, el cuerpo del mismo Cristo nacido de María Virgen, que fue crucificado y ha resucitado, y no solo una figura de su cuerpo. (Las sustancias del pan y del vino cambian interiormente y se convierten en la carne y en la sangre del Señor)
    Ratramno: afirma que el fiel recibe en la comunión un alimento espiritual, que le ofrece la vida eterna. La presencia eucarística del Señor sería de la virtud espiritual que procede de Él.
  • 1029

    Berengario de Tours

    Berengario de Tours
    La Eucaristía, es un signo; no puede identificarse con el verdadero cuerpo y sangre de Cristo, porque el sacramento, como tal, posee solamente la capacidad de remitir a otra cosa, pero sin identificarse con ella.
    Negó la presencia sustancial del cuerpo de Cristo en la Eucaristía, sosteniendo que el cuerpo de Cristo glorioso, no puede estar simultáneamente en tantos lugares. Está claro por tanto, que este sacramento no puede ser otra cosa que figura de su cuerpo.
  • 1066

    Lanfranco de Bec

    Lanfranco de Bec
    Habla de una conversión de las sustancias terrenas en la esencia del cuerpo el Señor (terrenas substantias converti in essentiam Dominici corporis), y de la permanencia de las apariencias de las mismas cosas (del pan y del vino). Cristo en virtud de la consagración de las ofrendas está presente en la Eucaristía según su esencia o sustancia, por tanto, en la verdad de su ser, pero sin manifestarse en su forma fenoménica natural.
  • 1079

    Sínodo Romano

    Sínodo Romano
    Berengario realiza un acto de fe, profesando que no volverá a enunciar cosa contraria. Dice: "creo de corazón y confieso con la boca que el pan y el vino que se ponen en el altar, por el misterio de la sagrada oración y de las palabras de nuestro Redentor, se convierten sustancialmente (substantialiter converti) en la verdadera, propia y vivificante carne y sangre de Jesucristo Nuestro Señor"
  • Period: 1100 to 1299

    LA EUCARISTÍA EN LA IGLESIA DE OCCIDENTE EN LOS SIGLOS XII-XIII

    Caracterizado por la aparición de los Libros de Sentencias y de las Sumas teológicas, en los que la doctrina eucarística comienza a exponerse de modo sintético y sistemático.
  • 1105

    El culto eucarístico fuera de la Misa

    El culto eucarístico fuera de la Misa
    El Santísimo Sacramento comenzó a recibir un culto especial. La Eucaristía se guardó en un tabernáculo, situado sobre una ménsula de hierro incorporada a una columna en las inmediaciones del altar, o encajonado en la pared, detrás del altar, y cerrado con llave. Allí se reservaba el Santísimo Sacramento, custodiado en el copón eucarístico. Para indicar a los fieles la presencia sacramental del Señor se difundió el uso de encender una lámpara ante el tabernáculo.
  • 1141

    Respecto a la presencia eucarística de Cristo

    Respecto a la presencia eucarística de Cristo
    Los teólogos de este periodo reafirmaron que en la Eucaristía hay una presencia in veritate, y no solo in figura, del cuerpo y de la sangre del Señor.
    Afirmaron que en la comunión se recibe a Cristo entero: cuerpo, sangre, alma y divinidad.
  • 1142

    Naturaleza del cambio eucarístico (transustanciación)

    Naturaleza del cambio eucarístico (transustanciación)
    Las sustancias del pan y del vino:
    - Se disolverían en la materia fundamental, la cual confluiría después en el cuerpo de Cristo, adquiriendo así la forma.
    - Permanecerían, coexistiendo con el cuerpo y con la sangre de Cristo.
    - Serían aniquiladas, y ocuparían su lugar las sustancias –reproducidas– del cuerpo y de la sangre de Cristo.
    - Se convertirían en las sustancias preexistentes del cuerpo y de la sangre de Cristo, permaneciendo las mismas cualidades visibles o especies del pan y del vino.
  • 1143

    Dimensión sacrificial de la Eucaristía

    Dimensión sacrificial de la Eucaristía
    En el rito de la consagración, se actúa la presencia real-sustancial del cuerpo y de la sangre de Cristo.
    Hay algunos ritos –la consagración, la fracción del pan, la comunión– que representan la pasión del Señor.
    La Iglesia, cuando ofrece la Hostia santa y el Cáliz consagrado, ofrece un sacrificio.
    El sacrificio-inmolación de Cristo en la cruz no está presente en
    la Eucaristía según su realidad histórica, ni se puede pensar en una repetición real y verdadera de dicho sacrificio.
  • 1215

    Concilio Lateranense IV

    Concilio Lateranense IV
    El mismo sacerdote es sacrificio, Jesucristo, cuyo cuerpo y sangre se contienen verdaderamente en el sacramento del altar bajo las especies de pan y vino, después de transustanciados, por virtud divina, el pan en el cuerpo y el vino en la sangre, a fin de que, para llevar a cabo el misterio de la unidad, recibamos nosotros de lo suyo lo que Él recibió de lo nuestro. Y este sacramento nadie ciertamente puede realizarlo sino el sacerdote.
  • 1246

    Fiesta del Corpus Christi

    Fiesta del Corpus Christi
    Celebrada por primera vez en Lieja, en 1246, por disposición del obispo de la diócesis, Roberto de Thourotte.
    Estas devociones (procesiones eucarísticas, exposiciones y
    bendiciones con la Hostia santa, adoración prolongada, etc.), fueron muy amadas por el pueblo, que quería contemplar la Hostia y adorar la santa humanidad de Cristo velada bajo las especies, tributándole los honores más solemnes.
  • 1260

    La doctrina de la transustanciación (Sto. Tomás)

    La doctrina de la transustanciación (Sto. Tomás)
    El Señor comienza a estar en el Santísimo Sacramento por la conversión de la sustancia del pan y del vino en la sustancia de su cuerpo y de su sangre.
    Nuestros sentidos siguen percibiendo las mismas especies o accidentes, pero la verdad de este sacramento, manifestada por las palabras de Jesús: «Esto es mi cuerpo», excluye la presencia de la sustancia del pan y nos asegura la presencia de la sustancia del cuerpo de Cristo.
  • 1261

    Transustanciación y permanencia de los accidentes del pan y del vino (Sto. Tomás)

    Transustanciación y permanencia de los accidentes del pan y del vino (Sto. Tomás)
    Los sentidos no se equivocan porque reconocen verdaderamente los accidentes del pan y del vino, y tampoco incurre en error el intelecto, que tiene por objeto la sustancia de las cosas, ya que es
    preservado del error por la luz de la fe. Ésta hace conocer a los fieles que, una vez ha tenido lugar la conversión eucarística, y que las sustancias que se contienen bajo las especies ya no son las del pan y del vino, sino las del cuerpo y de la sangre de Cristo.
  • 1263

    El modo de presencia de Cristo en la Eucaristía (Sto. Tomás)

    El modo de presencia de Cristo en la Eucaristía (Sto. Tomás)
    Como la sustancia del pan está toda en un gran trozo de pan y toda en cada fragmento resultante de su división, así, análogamente, la sustancia del cuerpo de Cristo está toda en toda la Hostia y toda en cada parte después de la división de la Hostia misma. Lo mismo
    se puede decir de cada gota del Sanguis: en cada una está «todo Cristo».
  • 1264

    El sacrificio eucarístico (Sto. Tomás)

    El sacrificio eucarístico (Sto. Tomás)
    Afirma que la Eucaristía se llama y es sacrificio por tres motivos:
    a) porque en ella se representa (se significa sacramental-
    mente) la pasión del Señor;
    b) porque en ella se ofrece una Hostia, que es Cristo (realmente contenido en la Eucaristía);
    c) porque gracias a ella los hombres pueden participar de los frutos del sacrificio redentor de Cristo.
  • Period: 1300 to 1399

    LA EUCARISTÍA EN LA IGLESIA DE OCCIDENTE EN EL BAJO MEDIOEVO

  • 1301

    Juan Duns Escoto

    Juan Duns Escoto
    La verdad de la presencia real de Cristo en la Eucaristía se apoya tanto sobre las palabras que el Señor pronunció cuando instituyó la Eucaristía, como sobre la autoridad de la Tradición, la cual nos enseña que la fe en la presencia real ha sido profesada por la Iglesia desde sus orígenes.
    Afirma que antes del cambio eucarístico, bajo las especies de las ofrendas, está presente la sustancia del pan y del vino; después, está presente la sustancia del cuerpo y de la sangre de Cristo.
  • 1339

    Nominalismo tardomedieval

    Nominalismo tardomedieval
    Ockham pensaba que se podía admitir sin dificultad tanto la presencia localizada de Cristo en el cielo, como su contemporánea multiplicación en todos lugares en los que se celebra la Eucaristía, o se reserva el Santísimo Sacramento.
  • 1380

    Algunas dificultades

    Algunas dificultades
    En este periodo falta una visión global de la Eucaristía como memorial sacramental del sacrificio de Cristo, así como una apropiada reflexión sobre las relaciones entre comunión y sacrificio eucarístico, entre Iglesia y Eucaristía.
    La tendencia a presentar la celebración de la Eucaristía como un sacrificio ‘nuevo’, ofrecido por la Iglesia, así como la explicación del efecto propiciatorio de la Misa y los abusos, dieron motivos a los reformadores para recusar el carácter sacrificial de la Misa.
  • 1381

    Explicación de la Divina Liturgia de Nicolás Cabasilas

    Explicación de la Divina Liturgia de Nicolás Cabasilas
    Se sostiene que el acto esencial de la celebración de los santos misterios es la transformación de los elementos del pan y del vino en el cuerpo y en la sangre de Cristo, de manera que se pueden mostrar en ‘imagen’ Cristo mismo y sus actos redentores.
    A diferencia de los sacrificios cruentos de la Antigua Ley, éste es un sacrificio espiritual, realizado únicamente mediante las palabras consagratorias.
  • 1382

    Los errores de Juan Wyclif

    Los errores de Juan Wyclif
    El cambio sustancial del pan y del vino es imposible, porque tanto los universales como los individuos son ideas de Dios, y pertenecen a su realidad absoluta; Dios en la consagración eucarística no puede hacer desaparecer, ni por aniquilación ni por transustanciación, las antedichas sustancias, porque equivaldría a destruirse a Sí mismo.
    Admite que en El pan y del vino están el cuerpo y la sangre de Cristo; solo en el cielo Jesucristo está presente con las propias dimensiones cuantitativas.
  • Period: 1400 to 1499

    LA EUCARISTÍA EN LA IGLESIA DE ORIENTE EN EL MEDIOEVO

  • 1401

    Tradición Patrística

    Tradición Patrística
    La teología bizantina afirmará la presencia real de Cristo en la Eucaristía, la conversión sustancial del pan y del vino en el cuerpo y en la sangre de Cristo, y la dimensión sacrificial, en relación con el sacrificio redentor de la cruz, de cada celebración.
    Se afirma la conversión de las ofrendas en el cuerpo y la sangre de Cristo por el descenso del Espíritu Santo durante la gran oración del sacerdote, y se presentan los símbolos del sacrificio redentor llenos del contenido significado.
  • 1405

    Controversia sobre el pan ácimo

    Controversia sobre el pan ácimo
    Los occidentales justificaron el empleo del pan ácimo apoyándose en los datos de la Sagrada Escritura: Jesús en la última cena utilizó pan ácimo y la Iglesia debe celebrar la Eucaristía conformándose en todo a Cristo.
    Los orientales defendieron el uso del pan fermentado apelando a la novedad de la alianza y del culto cristiano. Afirmaban que solo el pan fermentado es verdadero pan y ‘pan vivo’, y, solamente este pan puede constituir en la Eucaristía un signo de Cristo resucitado y viviente.
  • 1414

    Concilio de Constanza

    Concilio de Constanza
    Condenaron las siguientes afirmaciones de Wyclif:
    «1) La sustancia material del pan e igualmente la sustancia material del vino permanecen en el sacramento.
    2) Los accidentes del pan no permanecen en el mismo sacramento sin su sujeto.
    3) Cristo no está en el mismo sacramento en la identidad y realidad de la propia presencia corporal.
    4) Si un obispo, o un sacerdote, está en pecado mortal, no
    ordena, no consagra, no bautiza.
    5) No está fundado en el Evangelio que Cristo instituyera la Misa».
  • 1419

    Controversia sobre la epíclesis

    Controversia sobre la epíclesis
    Los occidentales no dejaron de atribuir al Espíritu Santo la conversión de las ofrendas, pero las palabras «Esto es mi cuerpo», «Ésta es mi sangre», así, privadas de todo contexto, son consideradas como ‘la forma consagratoria’, que junto con la ‘materia’ (el pan y el vino) constituyen el signo de la Eucaristía.
    Para los orientales la conversión eucarística depende de la acción del Espíritu Santo; la tarea del ministro de la Iglesia consiste en rezar para obtener esta acción.
  • 1425

    Respuesta a la controversia de la Epíclesis

    Respuesta a la controversia de la Epíclesis
    Las palabras de la institución son parte integrante del relato; son indispensables, en cuanto manifiestan la intención del ministro de la Iglesia de ejecutar el testamento de Cristo, pero es el Espíritu Santo quien a través de la oración del sacerdote consagra los dones. La epíclesis, por tanto, es una condición necesaria para que las palabras de Cristo se apliquen al pan y al vino de cada celebración eucarística y obtengan así su plena eficacia del Espíritu Santo.
  • 1438

    Concilio de unión de Ferrara-Florencia

    Concilio de unión de Ferrara-Florencia
    Se reconocerá, como veremos a continuación, que el uso de un tipo de pan o de otro es una práctica contingente y accidental; como no se trata de una cuestión dogmática, ni puede resolverse de modo definitivo con la sola exégesis bíblica, cada Iglesia está llamada a respetar las propias tradiciones.
  • Period: 1500 to

    LA DOCTRINA EUCARÍSTICA Y LA «PRAXIS» CULTUAL PROPUESTAS POR LOS REFORMADORES PROTESTANTES

    Una corriente de ‘reforma eclesial’, desde los primeros tiempos del siglo criticó duramente la praxis cultual y el uso que, de la Eucaristía, hacía la Iglesia, considerándolo contrario a la institución de dicho sacramento por parte de Cristo.
    Los reformadores niegan la naturaleza sacrificial de la Misa y su valor expiatorio por los pecados, así como la posibilidad de ofrecer los frutos salvíficos de la Eucaristía a favor de otros fieles que no participan en la celebración.
  • 1517

    Gaspar Schatzgeyer

    Gaspar Schatzgeyer
    Sostenía que la Misa es sacrificio en cuanto es representación de la pasión, entendiendo con esta expresión no la simple reproducción figurada, sino una verdadera representación del sacrificio de Cristo, una presencia sacramental de éste, lo cual se concilia perfectamente con la unicidad del sacrificio de la cruz
  • 1520

    La concesión del cáliz a los laicos (Martin Lutero)

    La concesión del cáliz a los laicos (Martin Lutero)
    Los sacerdotes tiranizarían a los laicos y los harían esclavos de sus pretensiones hegemónicas, al no dejarlos beber del cáliz como lo ordeno Jesús. Adoptó entonces la praxis de la comunión rigurosamente bajo las dos especies.
  • 1522

    La doctrina de la transustanciación (Martín Lutero)

    La doctrina de la transustanciación (Martín Lutero)
    Sigue la postura de Wyclif, por una parte, la sustancia material del pan y del vino permanecen en el sacramento y, por otra, que Cristo está presente en el pan.
    Afirma: ‘Este pan es el cuerpo de Cristo’ y viceversa, sin que se transustancie nada del pan, sino constituyendo las dos sustancias una única realidad en la unidad del sacramento.
    Circunscribió la presencia eucarística al tiempo de la celebración del sacramento, desde el momento de la consagración a la comunión de los fieles.
  • 1523

    Ulrico Zuinglio

    Ulrico Zuinglio
    Afirma como Lutero que la misa no es sacrificio sino sacramento, pero se aleja de este al manifestar que Jesús solo está presente en la Eucaristía como signo, el cuerpo está resucitado en el cielo.
  • 1524

    Tomás de Vio

    Tomás de Vio
    Según él la Misa no es un sacrificio autónomo, sino que está unida, en unidad esencial, con el sacrificio de la cruz. En la Misa el ministro ordenado no sacrifica de nuevo a Cristo, repitiendo el drama de la cruz; el sacerdote es solo un ministro y un instrumento de Cristo, que en la Misa continúa siendo el verdadero sacrificador.
  • 1524

    La doctrina de la Misa como sacrificio (Martín Lutero)

    La doctrina de la Misa como sacrificio (Martín Lutero)
    La Eucaristía no sería otra cosa que el memorial de la promesa del perdón de los pecados, hecha por Jesucristo cuando se disponía a la muerte. Este entró en vigor después de su muerte, y se proclama y aplica a favor nuestro con el sacramento de su cuerpo y de su sangre. No obstante, se hace efectivo no a través del rito realizado por el sacerdote, sino en virtud de la sola fe con que cada una recibe este sacramento.
  • 1533

    Juan Eck

    Juan Eck
    1. La Misa no es una nueva inmolación sangrienta de Cristo (...) El modus offerendi de este sacrificio es la recordatio o la repraesentatio.
    2. El sacrificio de la Misa adquiere todo su valor del sacrificio de la cruz.
    3. En el sacrificio de la Misa están presentes los effectus Passionis. 4. Estos efectos se nos aplican por medio del sacrificio de la Misa, que es necesario.
    4. El sacrificio de la Misa y el sacrificio de la cruz son idénticos, porque la víctima es idéntica.
  • 1535

    Juan Calvino

    Juan Calvino
    Cuando los fieles reciben la Eucaristía, si bien no reciban la caro Christi ipsa, reciben su fuerza vital. Esto es posible gracias a la acción del Espíritu Santo, que en la celebración eucarística desciende para ‘elevar’ y unir espiritualmente a Cristo a aquellos que reciben el sacramento con fe. El Espíritu sería, pues, tanto el agente de la presencia como el vínculo entre Cristo y el creyente que recibe la comunión en la fe.
  • 1545

    Concilio de Trento

    Concilio de Trento
    No respondió con una concepción teológica nueva y sistemática de toda la doctrina eucarística, pero tomó posición respecto a cada una de las cuestiones planteadas por la Reforma protestante.
  • 1546

    NO basta solo la fe

    NO basta solo la fe
    En el canon 11 se precisan las condiciones para recibir dignamente la Eucaristía: se declara que no basta la «sola fe», y que para aquellos que han pecado mortalmente es necesario recibir previamente la absolución en el sacramento de la penitencia.
  • 1546

    La presencia de Cristo en la Eucaristía

    La presencia de Cristo en la Eucaristía
    Cann. 1: como dogma de fe la presencia verdadera, real y sustancial de la humanidad de Cristo, junto con su divinidad, en el sacramento del Altar.
    Reconoce un sentido real y eficaz a las palabras con las cuales Cristo instituyó este sacramento, ofreciendo efectivamente en él su cuerpo y su sangre.
    Distingue dos modos de presencia: el connatural, actualmente glorioso en el cielo, y el sacramental, propio de Cristo bajo las especies del pan y del vino, donde se encuentra, con
    su propia sustancia.
  • 1546

    La transustanciación

    La transustanciación
    Es precisamente de las palabras del Señor de donde la Tradición de la Iglesia ha deducido la conversión total de los elementos del pan y del vino en el cuerpo y en la sangre de Cristo.
    Mediante la consagración se cumple una verdadera conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre. (Cann. 2)
  • 1546

    Cuestiones doctrinales y disciplinares relativas a la comunión eucarística

    Cuestiones doctrinales y disciplinares relativas a la comunión eucarística
    Los fieles que participan en la Eucaristía y comulgan, reciben a Cristo no solo intencionalmente, «con un acto de deseo por la fe viva que opera por medio de la caridad», sino también objetivamente, en el modo en que su humanidad y divinidad están contenidas en el sacramento: verdaderamente, realmente y sustancialmente.
  • 1546

    Cánones siguientes

    Cánones siguientes
    Jesucristo está íntegramente presente bajo cada una de las especies y bajo cada parte separada de ellas. (3)
    Se define la presencia permanente de Cristo en el sacramento de
    la Eucaristía, no sólo durante, sino también después de la Misa y la comunión, en las partículas conservadas. (4)
    Se declaró la licitud de la reserva del Santísimo Sacramento en el tabernáculo, así como de la antigua costumbre de llevar la comunión a los enfermos (7)
  • 1546

    La razón de la institución del Santísimo Sacramento

    La razón de la institución del Santísimo Sacramento
    La Eucaristía es el signo memorial del amor de Jesús y de su muerte y resurrección, es el alimento espiritual que nos hace vivir su vida, el antídoto con el que somos liberados de las culpas cotidianas y preservados de los pecados mortales, la prenda de nuestra gloria futura, el símbolo de aquel único cuerpo, del cual Él es la cabeza, y al que quiso que nosotros estuviéramos unidos como miembros por el vínculo estrechísimo de la fe, de la esperanza y de la caridad.
  • 1562

    La Misa, verdadero y propio sacrificio, instituido por Cristo en la última cena

    La Misa, verdadero y propio sacrificio, instituido por Cristo en la última cena
    El carácter sacrificial de la Eucaristía deriva de la misma voluntad de Cristo, que quiso dejar a su Iglesia un signo memorial, eficaz y pleno de contenido, de su sacrificio redentor.
    Se insiste sobre la dimensión sacrificial de la Eucaristía, presentada como la nueva Pascua de la Iglesia, como la oblación pura profetizada por Malaquías, y como la realización de cuanto los sacrificios del Antiguo Testamento prefiguraban.
  • 1562

    Cuestiones doctrinales y disciplinares referentes a las oraciones y a los ritos de la Misa

    Cuestiones doctrinales y disciplinares referentes a las oraciones y a los ritos de la Misa
    Se defiende la costumbre de celebrar Misas en honor de los santos y para obtener su intercesión ante Dios. (Cann. 5)
    Se declaran esencialmente lícitas las Misas en las que comulga sacramentalmente sólo el sacerdote, y se afirma que tales Misas deben considerarse no como celebraciones ‘privadas’, es decir, de solo el sacerdote, y contrarias a la institución de Cristo, sino celebraciones verdaderamente comunitarias, de toda la Iglesia. (Cann. 8)
  • 1562

    Lo que se ha de observar y evitar en la celebración de la Misa

    Lo que se ha de observar y evitar en la celebración de la Misa
    Prohibirán la petición de limosnas que parecen más bien cobranzas insistentes e indecorosas.
    Que no se permita celebrar Misa a ningún sacerdote vagabundo y desconocido.
    Quiten también de sus iglesias aquellas músicas en que, ya con el órgano, ya con el canto, se mezclan cosas impuras y lascivas.
  • 1562

    Comunión bajo las dos especies y la comunión de los niños

    Comunión bajo las dos especies y la comunión de los niños
    El Concilio argumenta que bajo una sola especie se recibe a Cristo entero e íntegro, que nos comunica la salvación, se puede también afirmar que «en cuanto se refiere al fruto del sacramento, no se ven privados de ninguna gracia necesaria para la salvación aquellos que reciben una sola especie».
    En el canon 4 se define que la comunión eucarística no es necesaria a los niños que aún no hayan alcanzado la edad de la razón.
  • 1562

    La Misa, sacrificio de propiciación, cuya virtud salvífica deriva de la cruz de Cristo

    La Misa, sacrificio de propiciación, cuya virtud salvífica deriva de la cruz de Cristo
    La acción ritual de la Iglesia –el sacrificio de la Misa– es el medio, querido por el Señor, que hace posible, en el hoy de la celebración eucarística, la presencia del mismo sacerdote y de la misma víctima del Gólgota, y permite la aplicación a la humanidad de la virtud salvífica del sacrificio de la cruz.
    La Misa no cancela los pecados ‘automáticamente’, o del mismo modo y en sustitución del sacramento de la penitencia.