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EL JARDÍN SECRETO GERONIMO STILTON

  • VIAJE A MISSELTHWAITE, INGLATERRA

    VIAJE A MISSELTHWAITE, INGLATERRA
    La pequeña Mary Lennox tenía 9 años y vivía en la India con sus padres hasta que se fue a Misselthwaite con su niñera.
  • UNA CASA DIFERENTE DE LAS DEMÁS

    UNA CASA DIFERENTE DE LAS DEMÁS
    La señora Medlock se puso a describir la casa y Mary cerró los ojos e intentó imaginársela.
    El tío de Mary dijo que había cien habitaciones cerradas con llaves y un parque grandísimo alrededor de la casa
  • UN JARDÍN ENCARCELADO

    UN JARDÍN ENCARCELADO
    Martha le acompañó fuera a Mary y le señaló una verja escondida entre altos arbustos.
    Martha dijo: aunque uno de los jardines está cerrado con llaves. Nadie va allí desde hace diez años.
    Se dice que escondió la llave en algún sitio, pero nadie sabe dónde.
    Un anciano se acercó a Mary, no parecía de muy buen humor.
    El anciano era uno de los jardineros y Mary le dijo que si podía entrar y el anciano le respondió: haga lo que quiera, y Mary entró.
  • ¡EL VIENTO LLORA!

    ¡EL VIENTO LLORA!
    Una tarde Mary decidió hacer a Martha unas preguntas sobre el jardín misterioso.
    Se hizo de noche al otro lado del ventanal y el viento empezó a aullar. Mary sintió escalofríos y se acurrucó en los brazos de Martha.

    Mary dijo: ¿cómo ocurrió?, la criada le respondió: a la señora le encantaba sentarse en la rama de un gran árbol , por el que había hecho trepar sus rosales. Desgraciadamente, un día la rama se rompió y ella se cayó y se hizo tanto daño que falleció poco después.
  • CIEN HABITACIONES CERRADAS CON LLAVES

    CIEN HABITACIONES CERRADAS CON LLAVES
    Al día siguiente llovía a cantaros. La pequeña pasó la mañana mirando por la ventana, desanimada.
    Envalentonada, se precipitó hacía la puerta y empezó su exploración, cuando subió al segundo piso, se le ocurrió abrir algunas puertas.
  • UN LLANTO LEJANO

    UN LLANTO LEJANO
    Mary se encontró una habitación pero no había nada interesante. Ella siguió explorando. Descubrió que muchas de las puertas no estaban cerradas con llave. Después de vagabundear decidió que ya había viso bastante y era hora de irse a su cuarto. No era tan fácil, pues se había adentrado mucho en el laberinto de habitaciones, que no tenía ni idea de dónde estaba.
    Escuchó llantos de un niño, estaba muy cerca, Mary se apoyó en una pared y notó que decía.
  • LA LLAVBE DE LOS MISTERIOS

    LA LLAVBE DE LOS MISTERIOS
    La madre de Mary le regaló a Mary una cuerda para saltar, a Mary le encantó y era el mejor regalo que había tenido.
    Empezó a corretear por los jardines y a saltar con su nueva cuerda pero nunca se sintió tan sola, al rato se calmó. Poco a poco las mejillas se le pusieron coloradas y el pelo se le alborotó.
    Vio un pequeño objeto medio cubierto por la tierra, era una vieja llave oxidada, Mary recogió la llave y la limpió ¿será la del misterioso jardín?
  • UN LUGAR ENCANTADO

    Mary apretó la llave en su mano. Justo en ese momento sopló una ráfaga de viento y las ramas se elevaron un poco. Mary se quedó muda de estupor. Era un pomo redondo, Mary metió la llave en la cerradura y la puerta se abrió despacio. Se encontró un lugar de cuento de hadas. Aquel lugar estaba encantado, era mágico.
    Mary trabajó sin parar toda la tarde. Reabrió la puertecita, la cerró con cuidado y procuró de ocultarla con la hiedra y se fue a su casa con los ojos brillándole de felicidad.
  • ¡HE ROBADO UN JARDÍN!

    Dickon abrió los ojos y Mary le dijo: yo... yo he robado un jardín, buenos está abandonado y yo lo estoy cuidando. Si me das semillas las plantaré allí. Dickon le preguntó: ¿dónde está ese jardín?, Mary lo llevó. Dickon observó unos rosales y Mary dijo: me vas a ayudar.
    Y muy emocionados, los dos pasaron la mañana muy entretenida.
    Mary estaba muy feliz: el secreto del jardín estaba a salvo y, sobre todo, había encontrado un valioso amigo.
  • ¡LLUVIA, LLUVIA Y MÁS LLUVIA!

    ¡LLUVIA, LLUVIA Y MÁS LLUVIA!
    Aquella noche una lluvia torrencial cayó sobre Misselthwaite. Mary se quedó despierta más de una hora. Y otro ruido se mezcló con el bramido de la tormenta. Tratando de no hacer ruido, se deslizó en silencio por los corredores de toda la planta, guiada por la luz de la vela. Mary accedió despacio y se encontró en el pasillo que había entrevisto la primera vez. El llanto sonó mucho más cercano. Unos pasos más allí estaba una puerta. Temblando de emoción y miedo, la niña la abrió.
  • UN PASO TRAS OTRO

    El petirrojo y su compañera habían concluido la construcción de su nido. Y, al igual que el jardín secreto, Colin se despabilaba poco a poco de el torpor de la enfermedad y cada vez tenía más gana de salir, aunque fuera en silla de ruedas. Durante mucho tiempo había creado que no podía andar. Colin no tenía ninguna enfermedad en las piernas; simplemente, a fuerza de estar en la cama, sus músculos no estaban acostumbrados al movimiento.
  • RAMAS NUEVAS, RAMAS ROTAS

    RAMAS NUEVAS, RAMAS ROTAS
    A Colin le gustaba aquel aire de misterio. De pronto vio un árbol con una gran rama rota, era donde le gustaba sentarse la señora Craven y que, desgraciadamente, se había quebrado un día de hacía diez años. Él no podía saberlo, pero Mary sí. La niña no quería Colin supiera que su madre falleció a causa de la rotura de aquella rama.