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Sara, estudiante de Educación Infantil en la Universidad Complutense de Madrid, termina su grado con una muy buena media y decidida a trabajar.
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Comienza a buscar trabajo al inicio del verano, con la esperanza de poder trabajar en algo que tenga relación con su titulación.
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Tras varios intentos de conseguir trabajo en algún centro educativo, respondidos con negativas, Sara encuentra un trabajo en una tienda de ropa.
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Tras unos meses trabajando para esta tienda de ropa, durante los cuales le han hecho numerosos "contratos basura", de una duración que pasa desde un mes a una semana, decide dejar la tienda y buscar algo diferente.
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Al darse cuenta de que no la está siendo nada sencillo encontrar un trabajo que realmente la guste y la pueda hacer crecer laboralmente, Sara decide buscar en el extranjero.
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Sara consigue un puesto de trabajo como AuPair en Roma. Se dedica a cuidar niños mientras sigue buscando el empleo que desea.
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Tras varios meses trabajando para la familia, por fin consigue un puesto de trabajo en una escuela infantil de un pueblo cercano a la capital.
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Trabaja los meses de Abril, Mayo y Junio en la escuela infantil y tras esto la comunican que la despedirán, al menos durante los meses de verano. Por lo que no recibirá ningún tipo de retribución que la permita mantenerse.
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Al encontrarse en esa situación, Sara decide volver a casa. Desde entonces y hasta la actualidad está estudiando las oposiciones para ser profesora mientras trabaja (con contrato de un año) en una tienda de joyas.