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La última etapa de su vida supuso para Klee un periodo sumamente prolífico, en que llegó a componer hasta 1.253 obras en tan solo un año. Pertenecen a este momento Mephisto como Palas (1939), Un parque tarde en la noche (1940) o su emblemático Muerte y fuego (1940).
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El descubrimiento de la cueva de Altamira, a finales del siglo XIX, y más tarde las de El Castillo, Maltravieso, La Mouthe, Niaux, Font de Gaume, Lascaux, Chauvet, Cosquer y muchas otras más en España y Francia, han puesto en evidencia la existencia de una importante tradición de arte rupestre de más de 25.000 años de antigüedad.
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A este hallazgo, que fue presentado ante la comunidad científica en 1880, se le negó en un principio su autenticidad, pues se consideraba que este tipo de representaciones no correspondían con la primitiva capacidad técnica y mental que, se creía, poseía la sociedad prehistórica.
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Hasta mediados del siglo XIX en Europa, se habían encontrado en algunas cuevas, numerosos objetos “prehistóricos” elaborados en piedra o hueso con representaciones talladas de animales; pero no fue sino hasta 1879 cuando se descubrieron las primeras pinturas rupestres. Marcelino Sanz de Sautuola, junto con su pequeña hija María, hallaron en el techo de una cueva en Altamira (Santander, España), un excepcional conjunto de bisontes multicolores.
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Primera transcripción conocida de un
objeto de la “era del hielo” descubierto
en Vienne (Francia) en 1852. -
La cueva de las manos, en el Río Pinturas (Argentina), posee un excepcional conjunto de arte rupestre, ejecutado entre el 10.000 a.C. y el 700 d.C. Este sitio toma su nombre de la gran profusión de impresiones negativas y positivas de manos que posee, aunque también hay representaciones de animales, como el guanaco, especie de llama muy común en la región, y escenas de caza.
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La Sierra de San Francisco en la Baja California (México) fue habitada desde el año 100 a.C hasta el 1.300 d.C por pueblos que dejaron una de las más excepcionales muestras de pinturas rupestres en el mundo. Notablemente bien conservadas debido al clima seco y a la difícil accesibilidad al sitio, las pinturas ilustran seres humanos y especies animales (mamíferos, peces, reptiles y aves), algunas veces en forma monumental, y empleando una gran variedad de colores y técnicas.