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La primera de las Blumenkrieg o «Guerras de las Flores». La Wehrmacht invade incruentamente Austria, que queda incorporada al Reich. Es el Anschluss. Hitler da el primer paso ―tras la remilitarización de Renania― en la formación de la Gran Alemania
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Los ejércitos alemanes invaden Polonia dando comienzo la Segunda Guerra Mundial. Es una campaña relámpago: en apenas veinte días el país es totalmente ocupado, a pesar de la desesperada resistencia que ofrece el ejército polaco. Una nueva invasión del país, esta vez por parte de la Unión Soviética, y la inacción franco-británica sellan definitivamente el destino de Polonia.
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Las tropas alemanas se adelantan a las de los aliados y ocupan Dinamarca y Noruega. La velocidad y la contundencia en la ejecución del plan alemán desarbola cualquier posible resistencia danesa y noruega y reduce a anecdótica la intervención franco-británica.
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El ejército alemán desencadena la Blitzkrieg contra Europa Occidental. La derrota aliada es total. Las tropas británicas ―y un numeroso contingente francés― deben reembarcarse en Dunkerque tras ser cercadas por los panzer alemanes. Holanda, Bélgica y el norte de Francia son conquistadas.
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Planeada para hacerla coincidir con la ofensiva contra Yugoslavia, la invasión de Grecia es otro éxito total de las fuerzas alemanas que derrotan a las griegas y al Cuerpo Expedicionario Británico, presente en tierras helenas. Pone colofón a la operación el asalto aerotransportado a Creta: Unternehmen Merkur, Operación Mercurio. Hitler es el amo de Europa.