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La revolución industrial se establece a partir en el siglo XIX, la mecanización dada la producción en masa genero el uso del recurso humano obrero a fin de satisfacer las nuevas demandas semi-globalizadas. Las deplorables condiciones de trabajo a partir de sobre esfuerzos, poco descanso, bajos salarios y más establece las primeras medidas con el fin de solucionar estos inconvenientes. Se da paso por primera vez a los "departamentos de bienestar" encargados de dignificar un poco al trabajador.
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A partir de 1910 a 1920 se populariza el termino RRHH (recursos humanos), las personas pasan a ser activos reconocidos por las empresas. Inician a aparecer las primeras oficinas orientadas a la gestión de empleados, las mismas encargadas de los salarios, despidos y atención de productividad. Estas oficinas tenían una visión muy autoritaria, con el tiempo evolucionarían.
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Entran al juego conceptos tales como el aspecto psicológico y social para el empleador, además de aparecer términos como "el clima laboral". La productividad acoge nuevos matices y baja un poco la calidad autoritaria, emanando así la autonomía del empleado.
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Es la época actual, todo fluye con gran velocidad y un nivel de conectividad antes no visto. El producto en si mismo ha perdido valor y el valor actual lo adquirió la experiencia entorno a cada producto, las empresas han adaptado sistemas de autonomía para el trabajador, la oficina o puesto de trabajo paso a ser el mismo hogar del empleado y la calidad humana aumento en gran medida.