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Durante este período, España experimentó un gobierno débil y una serie de crisis económicas y políticas, que culminaron en la invasión napoleónica y la posterior Guerra de Independencia.
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Surgió como resultado de la Revolución Francesa, marcada por la abolición de la monarquía y la implementación de reformas radicales. Sin embargo, se enfrentó a conflictos internos y externos, llevando eventualmente al ascenso de Napoleón Bonaparte.
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España se levantó contra la ocupación napoleónica, dando inicio a una larga guerra que involucró a diversas fuerzas. La retirada de las tropas francesas y el regreso de Fernando VII al trono marcaron el final de este conflicto.
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Tras la derrota de Napoleón, se restauró la monarquía absoluta en Francia mediante el Congreso de Viena, estableciendo a Luis XVIII en el trono.
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Este período estuvo marcado por conflictos políticos y sociales, incluyendo la Primera Guerra Carlista, que enfrentó a los partidarios de Isabel II con los carlistas que apoyaban a Carlos María Isidro.
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Una serie de revueltas y movimientos revolucionarios en toda Europa, incluida la Revolución de Febrero en Francia, que llevaron a cambios políticos y sociales, aunque muchos de estos fueron efímeros.
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Tras el derrocamiento de Isabel II en 1868, María Cristina asumió la regencia durante la minoría de edad de su hijo, Alfonso XII.
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Un levantamiento que resultó en el exilio de Isabel II y el establecimiento de un gobierno provisional, marcando el fin del reinado de Isabel II y el comienzo de la Primera República Española.
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Establecida después de la caída del Segundo Imperio francés, esta república enfrentó desafíos como la guerra franco-prusiana y la Comuna de París.
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Alfonso XII fue restaurado en el trono, marcando el fin de la Primera República Española y el retorno a la monarquía.
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La regencia de María Cristina concluyó con la mayoría de edad de Alfonso XIII, quien asumió plenamente las responsabilidades del trono.
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Este conflicto resultó en la pérdida de las últimas colonias españolas, como Cuba, Puerto Rico y Filipinas, debilitando aún más la posición de España como potencia colonial.