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sin embargo Hipocrates consideraba que el cerebro albergaba la mente.
También Galeno pensaba de igual manera en el siglo II -
Vesalio escribió una monumental obra anatómica que estableció más de 200 errores en la anatomía de Galeno, pero siguió aceptando la idea de los EA. Uno de los últimos en aceptar dicha ponencias
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Aristóteles pensaba que el cerebro servía para enfriar la sangre y que la mente residía en el corazón. Esta visión cardiocéntrica prevaleció hasta el siglo XVII.
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Fritsch y Hitzig demuestran que la estimulación de algunas zonas de un hemisferio cerebral (corteza motora) produce efectos en el lado opuesto del cuerpo y que estimulaciones en sitios específicos producen efectos en partes específicas
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se empieza a entender la importancia de la corteza cerebral. Se establecieron dos tendencias: los holistas, que pensaban que la corteza era indiferenciada, homogénea, y los localizacionistas, que creían que cada facultad está ubicada en un sitio específico de la corteza
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En los siglos XIX y XX Ferrier determinó que la estimulación de la corteza frontal no produce reacciones; las lesiones de esa zona producen apatía y pérdida de inteligencia se plantea la estructura microscópica del cerebro y se descubren las neuronas,Éstas tienen prolongaciones largas y cortas que se entrelazan en una maraña cuya observación propició la creación de la teoría reticular del sistema nervioso,según la cual los impulsos nerviosos circulan de manera indiferenciada.
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Ramón y Cajal demostró que dicha teoría era errónea al establecer que el sistema nervioso está formado por células individuales e independientes que se comunican entre sí de manera unidireccional; los impulsos entran por las dentritas y salen por los axones, nunca al revés. Esto permitió el estudio de circuitos nerviosos concretos.
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Sherrington resaltó la importancia del enlace entre neuronas, al que denominó “sinapsis”; se trata de pequeños vacíos entre el axones y dentritas.
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Gasser y Erlanger descubrieron que las fibras nerviosas transmiten los impulsos a distintas velocidades dependiendo del diámetro del nervio. Las hay de tres tipos: el A es el más grueso y corresponde a las fibras motoras; el C, de las fibras sensoriales, es el más delgado; el B corresponde al sistema nervioso autónomo