
las diferentes corrientes filosóficas y autores que han contribuido al desarrollo de la bioética
By ki_arangoga
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Para él, sólo vale la pena vivir una vida virtuosa, y relaciona a la virtud con el bien como una forma de alcanzar la excelencia humana. El fin último de todas las acciones humanas es el bien, y todo bien se concibe como un valor moral último y objetivo.
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Para Aristóteles la virtud también es el eje de la vida plena, pero a diferencia de Platón, no la deriva de un principio trascendente, sino de la misma naturaleza del hombre. Para él, la finalidad de la actividad humana es la felicidad.
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plantea que el orden general de las cosas se expresa en la ley natural, "Lo que es contrario al orden de la razón, es contrario a la naturaleza de los seres humanos como tales y lo que es razonable está de acuerdo con la naturaleza humana como tal. El bien del ser humano está de acuerdo con la razón y el mal humano está fuera del orden de lo razonable".
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Kant: plantea el interés por las formas. Hay ciertas características formales de los actos humanos que los hacen correctos o incorrectos. Debemos actuar siguiendo aquella norma universalmente aceptada: "actúa de tal manera que lo que te propones hacer pueda ser considerado ley universal para la especie humana".
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Jeremías Bentham 1748-1832; John Stuart Mill 1806-1873
Buenas son aquellas cosas útiles que producen bienestar o felicidad. El utilitarismo puede beneficiar a una persona, a su familia y/o a su comunidad. El utilitarismo no es egoísmo, más bien es generosidad, ya que en cualquier circunstancia procura el beneficio para el mayor número de personas -
El aspecto determinante en el desarrollo histórico de la humanidad es el económico. Se considera como valor aquello que permite construir la sociedad sin clases o lo que respeta la estabilidad de la sociedad sin diferencias socioeconómicas
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Para algunos, es una opción adecuada en los comités de bioética ya que, ante la complejidad de los dilemas bioéticos, esta visión protege la libertad de pensar, de creer, de criticar, porque no teme a la multiplicidad de opiniones, pues se concentra sólo en las consecuencias prácticas de las decisiones, sin importar los debates ideológicos sobre el fondo de la decisión.