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J. Rondeau, fue derrotado por la unión de las fuerzas de los caudillos de Santa Fe, E. López, y de Entre Ríos, F. Ramírez, lugartenientes del general J. Artigas, de la Banda Oriental, y por el chileno J. Miguel Carrera.Fue un enfrentamiento muy breve, que justificó que se la conociera como la «batalla de los Diez Minutos».
Los federales resultaron victoriosos, la disolución de las autoridades nacionales Anarquía del Año XX . El país quedó integrado por trece provincias autónomas. -
(El período de luchas que se inició luego del fusilamiento de Manuel Dorrego y que prosiguió durante el interinato de Juan J. Viamonte concluyó al ocupar el poder Juan M. De Rosas.)Juan Manuel de Rosas, se hizo cargo del gobierno de la provincia de Buenos Aires y asumió el mando en uso de las “facultades extraordinarias” que le habían sido otorgadas
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pugnaban cada uno por los intereses particulares de sus territorios, librando combates que ensangrentaron las tierras. Rosas declaró enemigo al partido unitario y utilizó “El que no está conmigo, está contra mí” para atacarlos, puso a su favor a burgueses, conservadores y reaccionarios, católicos, gauchos indios, a la plebe urbana y la población rural. apareció como un restaurador, debido a la actitud de desprecio, de violación de derechos que habían dado los anteriores gobiernos.
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para organizar el país bajo la forma federal,fue el fundamento legal de la formación de la Confederación Argentina, luego de la derrota de los unitarios todas las provincias lo firmaron y se pronunciaron en favor del federalismo instrumento legal que logró mantener la unidad del país, en tiempos en los que no había ni constitución ni autoridades nacionales.Es uno de los pactos preexistentes que menciona el preámbulo de la Constitución Nacional,
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“los lomos negros, se resistía a conceder esas facultades,Después de discusiones, exigían que se los renovara, triunfó el criterio de los moderados y la Legislatura dispuso reelegir a Rosas, que había finalizado su período legal de gobierno, pero sin otorgarle los poderes absolutos que se le habían adjudicado. Disgustado con esta determinación, Rosas rechazó el nombramiento y luego se dirigió al sur, empeñado en la Campaña al Desierto