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Se promulga la primera normativa nacional para la recaudación de impuestos internos, creando la institución encargada de administrarlos
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Nace el primer organismo formal para gestionar los impuestos, fusionando distintos servicios tributarios
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Se establece el marco jurídico unificado de la tributación nacional
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Se fusionan en un solo organismo las Direcciones de Rentas e Impuestos Internos, formando la DGII moderna
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Otorga autonomía técnica, administrativa y presupuestaria a la DGII, fortaleciendo su capacidad operativa
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La reforma tributaria más significativa desde entonces fue aprobada el 9 de noviembre de 2012 con la Ley 253‑12 de Fortalecimiento de la Capacidad Recaudatoria del Estado.