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Fue un conflicto bélico en el contexto de las guerras napoleónicas que enfrentó a España, Reino Unido y Portugal con el imperio francés.
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La población española se dividió entre afrancesados, que reconocieron a José I Bonaparte como rey, y fernandinos, fieles a Fernando VI. Las guerrillas hostigaban continuamente al ejercito francés.La guerra paso por tres fases.
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Principios del liberalismo político: afirmaba la soberanía nacional, establecida una monarquía moderada hereditaria, división de poderes entraban: el poder legislativo, el ejecutivo y el poder judicial. Y por ultimo la religión católica.
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Fernando firmó el decreto de supresión de la Constitución de Cádiz y la legislación de las Cortes, restableciendo la monarquia absoluta.
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Durante su gobierno, ser promulgaron varias leyes y se llevaron a cabo reformas que intentaron modernizar España. También estuvo marcado por la inestabilidad política, conflictos internos y la alternancia entre fracciones políticas.
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Estuvo marcado por los cambios políticos asociados al reinado fe Isabel II y por los debates sobre cuestiones como la Constitución y la estructura política de España.
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Se llevaron a cabo importantes cambios y reformas.Sin embargo, la política de la época estuvo marcada por la inestabilidad y luchas.
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Fue proclamado rey después de la abdicación de Isabel II y la breve experiencia de la Primera República Española. Sin embargo, el reinado estuvo marcado por la inestabilidad política y social. Enfrentó la posición de diferentes facciones políticas y no logró consolidar un apoyo significativo. Ante la dificultad de gobernar, Amadeo I abdicó, poniendo fin a su breve periodo como monarca de España.
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Este periodo fue breve y estuvo marcado por la inestabilidad política y social en España. Sin embargo, la república enfrentó desafíos significativos, incluyendo conflictos internos y regionales, así como tensiones sociales. La falta de estabilidad política y la incapacidad para abordar eficazmente los problemas llevaron a la caída a la Primera República.
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Canarias experimentó cambios políticos y sociales, alineándose mayormente con la monarquía restaurada de Alfonso XII. La estabilidad política permitió cierto desarrollo económico en las islas durante ese periodo.