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El origen de las enfermedades

  • 2000 BCE

    2000 A. C.

    Las primeras enfermedades
    infecciosas de plantas - "samana" y "mehru" - fueron
    registradas por el año 2000 a. C. en los fértiles
    valles de Mesopotamia donde se cultivaban trigo y
    cebada, pero más tarde hubo registros de enfermedades
    similares en la agricultura primitiva india, china
    y americana
  • 476

    La teoría cósmica o sideral

    En el Medioevo, algunas academias científicas
    difundieron la hipótesis de que la conjunción de
    Saturno, Júpiter y Marte era la causa de la peste
    negra, con el argumento de que había producido
    un material gaseoso y contaminante que se fijó
    alrededor del corazón y de los pulmones
  • 1347

    La enfermedad y la superstición.

    La "muerte negra" de 1347, se
    decía, fue presagiada catorce años antes en China
    por una serie de acontecimientos anormales que
    iban desde fuertes sequías, abundantes lluvias que
    ahogaron a unos cuatrocientos mil chinos y
    hundimiento de montañas, hasta terremotos,
    huracanes y soplo de vientos apestados.
  • 1705

    En 1705, el francés Joseph Pitton de Tournefort clasificó las
    enfermedades de las plantas en externas e internas
    al igual que en las antiguas ciencias agrícolas india y
    romana y en la antigua medicina egipcia.
  • La teoría humoral

    Elaboró ​​la teoría de la "patología de sólidos" Considera que el
    cuerpo es el resultado de la interacción mutua entre
    sólidos y líquidos, y que cualquier proceso que altere
    la textura o la consistencia de las partes sólidas altera
    también la circulación de los humores,
  • La teoría del miasma

    "el cólera de la papa" que causó la hambruna de Irlanda
    en el siglo XIX, se creyó que era debida al humo que
    expelían las locomotoras, a la polución del aire o
    un incremento en la electricidad de la atmósfera
  • La teoría microbiana

    en 1876 investigó la causa de la infección urinaria en el
    hombre, y elaboró ​​la estrategia para establecer la
    conexión suficiente entre microbios y enfermedad.