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Hoy he escuchado rumores en el puerto de Palos de la Frontera. Dicen que Cristóbal Colón, un navegante genovés, ha recibido el apoyo de los Reyes Católicos para un gran proyecto: encontrar una ruta más corta hacia las Indias navegando hacia el oeste. Parece una locura, pero la idea de aventurarme en un viaje así me emociona.
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Los preparativos están en marcha. Hay tres naves listas: la Santa María, la Pinta y la Niña. Yo he sido asignado a la Pinta. La motivación detrás de este viaje es clara: los reyes quieren encontrar una ruta más corta para llegar a las riquezas de Asia, especialmente especias y oro. Los comerciantes actuales han hecho que la ruta tradicional a través del Oriente sea muy costosa y peligrosa.
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Hoy hemos recibido buenas noticias. Después de muchos meses de negociaciones, los Reyes Católicos han aceptado financiar la expedición de Cristóbal Colón. Algunos de los compañeros se muestran escépticos, ya que la idea de navegar hacia el oeste para encontrar una ruta a las Indias parece una locura. Pero el entusiasmo de Colón es contagioso, y muchos de nosotros estamos emocionados por la posibilidad de descubrir nuevas tierras y riquezas.
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Hoy es un día histórico. Los Reyes Católicos han firmado las Capitulaciones de Santa Fe. Han dado su apoyo al viaje de Colón. El puerto está lleno de actividad mientras se preparan las naves: la Santa María, la Pinta y la Niña. La esperanza de riqueza y gloria llena el aire. -
El almirante nos ha reunido a todos para explicarnos nuestro objetivo: encontrar una ruta más corta hacia las riquezas de las Indias. Nos ha hablado de su teoría de la tierra redonda y de las grandes riquezas que podríamos encontrar. Nos ha prometido honores y recompensas.
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¡Tierra a la vista! Después de meses de navegación, finalmente hemos llegado. La isla parece paradisíaca, con vegetación exuberante y playas de arena blanca. Colón la ha nombrado San Salvador. Nos hemos encontrado con los indígenas, llamados taínos. Son amables y curiosos. Nos han ofrecido frutas y otros alimentos. Estamos maravillados por su hospitalidad y la belleza del lugar.
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Hemos zarpado del puerto de Palos de la Frontera. El mar está en calma, y los ánimos son altos. Navegamos con esperanza y un poco de miedo. Nos adentramos en lo desconocido. -
Han pasado muchas semanas sin ver tierra. La tripulación empieza a murmurar. Algunos hablan de regresar, pero el almirante nos anima a seguir adelante. La Pinta ha tenido problemas con el timón, pero los hemos solucionado. -
La tensión está a punto de romperse. Algunos marineros han hablado de motín. La desesperanza crece con cada día que pasa sin tierra a la vista. Colón ha prometido que si no vemos tierra en tres días, daremos la vuelta.
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¡Tierra a la vista! Después de meses de navegación, finalmente hemos llegado. La isla parece paradisíaca, con vegetación exuberante y playas de arena blanca. Colón la ha nombrado San Salvador. Nos hemos encontrado con los indígenas, llamados taínos. Son amables y curiosos. Nos han ofrecido frutas y otros alimentos. Estamos maravillados por su hospitalidad y la belleza del lugar.