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La primera referencia que reconoce claramente el papel del cerebro se encuentra en el Corpus de Hipócrates.
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Franz Gall formula una nueva doctrina particularmente influyente durante el siglo XIX: que los hemisferios cerebrales del hombre incluyen varios órganos independientes que sustentan las cualidades intelectuales y morales.
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Las afirmaciones de Broca dieron un paso gigante a lo que hoy conocemos.
Declaró en 1865 que “La afemia se relaciona con lesiones de la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo del cerebro”. -
Trousseau desaprobó el término de afemia porque, en su opinión, era sinónimo de infamia, y propuso entonces la palabra afasia. Esta
última terminó por imponerse. -
Wernicke propuso la existencia de dos tipos de afasia: motora y sensorial. Posteriormente postuló un tercer tipo de afasia, la afasia de conducción.
Posterior a esto, junto con Lichtheim, dio a conocer un modelo de clasificación de las afasias al que se conocería como el esquema de Lichtheim-Wernicke. -
Distinguió tres tipos diferentes de apraxia: melocinética, ideomotora e ideacional.
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Durante la Segunda Guerra Mundial y en los años posteriores, no sólo en los países europeos sino en el resto del mundo, el número creciente de pacientes heridos de guerra con alteraciones cognoscitivas resultantes de lesiones cerebrales incrementó la demanda de procedimientos diagnósticos y rehabilitativos.
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El primer resultado importante de la pos-guerra fue la aparición del libro de A.R. Luria, "La afasia traumática".
La influencia de Luria en las interpretaciones teóricas y clínicas de las afasias ha sido inmensa. Sus puntos de vista se sistematizaron posteriormente en otras obras suyas, como El cerebro humano y los procesos psicológicos (1966), Las funciones corticales superiores en el hombre(1976), El cerebro en acción (1974) y Fundamentos de neurolingüística (1976). -
Han surgido muchos avances, entre ellos se pueden mencionar:
1) Surgimiento de las imágenes cerebrales.
2) Utilización de pruebas estandarizadas en el diagnóstico.
3) Desarrollo del área de la rehabilitación neuropsicológica.
4) Profesionalización de la neuropsicología.
5) Aumento en el número de publicaciones.
6) Integración conceptual.
7) Ampliación del campo de trabajo.