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1 mes: el contacto es fundamental sobre todo con la madre.
3 meses: expresa las emociones básicas, e incluso tiene un repertorio de emociones únicas.
4 meses: llora para comunicarse.
6 meses: logra apego humano, muestra ansiedad ante los extraños, empieza a reconocer a familiares.
9 meses: esta ansiedad se intensifica, mide las emociones, el riesgo que asume el niño depende del carácter individual.
10 meses: los padres tienen una gran influencia sobre el niño. -
Succión del pulgar y la calma del cuidador son mecanismos de liberación emocional.
12 meses: el niño necesita la presencia constante y permanente de la madre, no puede todavía recordarla si la ausencia es muy prolongada.
18 meses: afectividad inteligente.
15 meses: ansiedad por separación.
24 meses: el niño empieza a recordar a su madre sin que ella tenga que estar presente.
24 meses: adquiere conciencia y habilidades para enfrentarse al miedo. -
Aumento rápido del vocabulario emocional.
Clasificación correcta de las emociones simples.
Hablan de las causas y consecuencias de sus emociones.
Utilizan el lenguaje emocional, identifican y controlan sus emociones.
Muestran sentimientos de orgullo, culpa; y emociones de auto-conciencia. -
Sienten la necesidad de ser más independientes.
Temor por los lugares desconocidos y nuevas experiencias.
Necesitan estimulación constante para expresar sus sentimientos.
Su imaginación es muy activa y no saben diferenciar realidad y fantasía.
Prima el egocentrismo y fingen ser personas importantes (madres, padres, policías, etc.). -
Habilidad para comprender y anticipar la conducta, intenciones y emociones de otras personas.
Comienza a empatizar.
La autoestima es un pilar clave a esta edad.
Aparece la vergüenza como un elemento para regular la conducta, y como un elemento represor para limitar sus acciones.
Controla las emociones. Las rabietas y los miedos disminuyen a medida que aumenta la capacidad de auto-control. -
Alcanza un gran nivel de independencia.
Las relaciones que el niño establece con los demás se basan en el lenguaje.
Se instauran las primeras nociones de responsabilidad, justicia.
Comienza a relacionarse con personas de su propio género como consecuencia de la formación de su identidad sexual. -
Más independencia de los padres.
Un sentido más claro de lo que está bien y lo que está mal.
Mayor capacidad para competir.
Conciencia incipiente del futuro.
Mayor entendimiento de su lugar en el mundo.
Más atención a las amistades y el trabajo en equipo.
Comienzo de los sentimientos sobre la apariencia propia y cómo está creciendo.
Comparación con uno mismo en otro momento o en el pasado.
Inclusión de aspectos internos o psicológicos del tipo: “me gusta”, “prefiero”. -
Se incorpora la compasión social.
A nivel de autoestima hasta los 8 años su visión del mundo es positiva.
Percepción más realista del mundo.
El grupo pasa a ser la base de las relaciones, iniciándose el distanciamiento de los padres. -
Desarrolla fuertemente la empatía.
Se preocupa por las valoraciones de otros, es decir, por lo que el resto piensa de él/ella.
Comienza a compararse con sus amigos o con el resto de niños de su edad.
Aprende a planificar su tiempo.
Comenzará a preocuparse por crear su propia identidad, separándose de forma más pronunciada del grupo familiar, aunque esto puede variar según el niño.