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dos surcos poco profundos llamados surcos o fosetas
ópticas, situados a cada lado del prosencéfalo en invaginación. -
Los
surcos ópticos producen dos evaginaciones en el prosencéfalo denominadas vesículas
ópticas que migrarán lateralmente formando los tallos o pedículos ópticos. -
las vesículas ópticas se pondrán en contacto con el ectodermo superficial induciendo en
él los cambios necesarios para la formación del cristalino -
Las capas interna y
externa de esta cúpula están separadas inicialmente por una luz o espacio
intrarretiniano pero, poco después, éste desaparece -
La
invaginación no está limitada a la porción central de la cúpula sino que comprende
también una parte de la superficie inferior donde se forma la fisura coroidea -
El interior
de esta fisura está relleno de células mesodérmicas que se diferenciarán en la arteria
hialoidea y, posteriormente, en la arteria central de la retina -
los labios de la fisura coroidea se fusionan y el cierre progresa hasta el margen
de la cúpula óptica, transformando la boca de la cúpula óptica en un orificio redondo, la futura pupila -
se producen estos acontecimientos las células del ectodermo superficial,
que en la etapa inicial contactaban con la vesícula óptica, comienzan a alargarse y
originan la placoda cristaliniana -
la placoda ulteriormente se invagina y forma la
vesícula cristaliniana -
ocurren los cambios necesarios previos a que el ojo sea
completamente funcionante, Para algunas estructuras oculares, por ejemplo la mácula. -
los conos y bastoncillos aparecen en la zona más externa, y la capa del manto la cubre.
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las fibras secundarias que crecen continuamente formando
una corteza alrededor de las fibras primarias, son tan numerosas que las uniones se visualizan como fisuras en
forma de Y. -
la retina óptica presenta los conos y bastocillos, hacia adentro se suceden la capa nuclear interna, separada de la anterior por un estrecho estrato, luego viene la capa nuclear interna, y la capa de célula ganglionares.