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Este era un “gusano”, que después de sobrescribir las imágenes de los usuarios se mandaba por correo electrónico a 50 contactos de la agenda Windows del usuario. En tan sólo unas horas se convirtió en una infección global.
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Este sorprendió a expertos de seguridad en línea al utilizar una falla en el Servidor de Información de Microsoft, logrando bajar y cambiar algunos sitios web.
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El gusano liberaba una avalancha de paquetes de red, y la cantidad de datos que transmitía a través del internet causó que varios servidores suspendieran actividades casi inmediatamente.
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Este era un gusano creado para obtener ganancias –una vez en tu correo electrónico enviaba correos no solo para propagarse, si no para enviar spam de porno y pastillas.
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Este gusano se propagaba por correo electrónico y lo hizo con una rapidez jamás antes vista.
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Es la pesadilla de todo sistema de seguridad ya que permite que el virus controle la computadora que ha infectado. PoisonIvy pertenece al grupo de malware conocido como “un troyano remoto”, ya que le permite al creador del virus tener acceso completo a las máquinas que infectado usando una especie de puerta trasera, al grado que permite grabar y manipular información del equipo.
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Es el malware más usado para obtener, de manera ilegal, información personal. Se puede comprar por un precio de 50 centavos de dólar en el mercado del crimen virtual y permite robar contraseñas y archivos.
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El virus se propaga a través de memorias infectadas que instalan un malware que roba información. Cuando se encontró agent.btz en computadoras del Pentágono, sospecharon que era el trabajo de espías extranjeros.
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Logró crear una especia de ejército global que robaba todo tipo de información. Debido a que era realmente difícil de parar se creó un grupo de expertos dedicados específicamente a detenerlo, el virus se llegó a conocer como el “súper bicho”, o “super gusano”.
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Este virus fue el primero en ser creado para causar daño en el mundo real y no sólo en el mundo virtual. El malware tenía como objetivo principal dañar sistemas industriales –se cree que el virus fue responsable de causar daños al equipo que procesaba uranio en una planta de Natanz en Irán-. Basándose en información de la Agencia Internacional de Energía Atómica,
