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Debian apoyarse en el conocimiento natural de Dios y en la voz de la conciencia moral de cada Hombre(Hch 14,16-17)
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Considera relacionar su argumentación con el pensamiento de los Filósofos .
Según Hch 17,18- 19 :"Algunos filósofos epicúreos y estoicos empezaron a discutir con él. Unos decían: «¿Qué es lo que dice ese charlatán?» Otros decían: «Parece que está hablando de otros dioses» porque Pablo estaba hablando de «Jesús» y de la «Resurrección».
Referencia :
Biblia de Jerusalén. Recuperado de: dhttps://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/hechos/17/ -
Se esforzaron en purificar de formas mitológicas la concepción que los hombres tenían de Dios.
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Este diálogo fecundo abre el camino al anuncio y a la comprensión del Dios de Jesucristo.
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Siguiendo las huellas de San Pablo, manifiestan a su vez ciertas reservas frente a una visión cultural que pretendía subordinar la verdad de la Revelación a las interpretaciones de los filósofos.
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Resulta injusta e infundada ya que acusa a los cristianos de ser gente « iletrada y ruda ».
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Fue un pionero del encuentro positivo con el pensamiento filosófico y afirmaba con fuerza y claridad que en el cristianismo había encontrado « la única filosofía segura y provechosa »
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Llamaba al Evangelio « la verdadera filosofía » e interpretaba la filosofía en analogía con la ley mosaica como una instrucción
propedéutica a la fe cristiana y una preparación para el Evangelio. -
Asume la filosofía platónica para argumentar y responder en contra a los ataques lanzados por el filósofo Celso y comienza a elaborar una primera forma de teología cristiana.
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Consiguió hacer la primera gran síntesis del pensamiento filosófico y teológico en la que confluían las corrientes del pensamiento griego y latino.
Según San Agustín :" Hay dos cimientos importantes: el alma y Dios. A Dios se le encuentra no en la contemplación del mundo, sino en las profundidades del alma, por cuanto ésta contiene las claves de Dios".
Referencia:
San Agustín. (1991) . Confesiones .Madrid: BAC . -
Ellos acogieron plenamente la razón abierta a
lo absoluto y en ella incorporaron la riqueza de la Revelación. -
La Prioridad de la fe no es incompatible con la búsqueda propia de la razón. El intelecto debe ir en búsqueda de lo que ama:" Cuanto más ama, más desea conocer".
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Argumentaba que la luz de la razón y la luz de la fe proceden ambas de Dios; por tanto, no pueden contradecirse entre sí.
Según Santo Tomás "Reconoce que la naturaleza, objeto propio de la filosofía, puede contribuir a la comprensión de la revelación divina".
Referencia:
Tomás de Aquino. Sociedad Tomista Argentina.Recuperado de:
http://www.sta.org.ar/cms/index.php/magisterio -
Según Santo Tomás tenemos dos formas : La filosófica, basada en la capacidad del intelecto para indagar la realidad dentro de sus límites connaturales y la teológica fundamentada en la Revelación y que examina los contenidos de la fe, llegando al misterio mismo de Dios.
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Con la aparición de las primeras universidades, la teología se confrontaba más directamente con otras formas de investigación y del saber científico.
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A partir de la baja Edad Media la legítima distinción entre los dos saberes se transformó progresivamente en una nefasta separación. Debido al excesivo espíritu racionalista de algunos pensadores, se radicalizaron las posturas, llegándose de hecho a una filosofía separada y absolutamente autónoma respecto a los contenidos de la fe.
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Algunos de ellos intentaron de diversos modos transformar la fe y sus contenidos, incluso el misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, en estructuras dialécticas concebibles racionalmente.
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Cobra importancia como consecuencia de la crisis del racionalismo. Esta Filosofía de la nada interpreta que la existencia es sólo una oportunidad para sensaciones y experiencias en las que tiene la primacía lo efímero.
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Aparecen gérmenes preciosos de pensamiento que profundizados y desarrollados con rectitud de mente y corazón, pueden ayudar a descubrir el camino de la verdad.
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Termina diciendo: "A la parresía de la fe debe corresponder la audacia de la razón" Para ello la fe y la filosofía deben recuperar la unidad profunda que les hace capaces de ser coherentes con su naturaleza en el respeto de la recíproca autonomía.