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La obra es una de las piezas dramáticas más conocidas en la historia de la literatura. Escrita por William Shakespeare, relata la historia de Romeo y Julieta, dos jóvenes hijos de familias adineradas y enemigas de Verona. Reconocida por su amor imposible y su final trágico, la tragedia de 1597 se mantiene como una de las obras más destacables del repertorio del autor anglosajon. -
Mi historia lleva casi cuatrocientos años bailando entre las vidas de las personas. Aunque a algunos les acaricia, les asfixia... seguimos atrapados en esta estantería, condenados a que nunca nos elijan. Tal vez sea porque nadie quiere comenzar una lectura cuyo final trágico conoce. Entonces, alguien se coloca frente a nuestra estantería y con ojo observador,detiene su mirada en nosotros. Con dos dedos nos pinza, saca y es ahí cuando todo empieza. -
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Este febrero es más gris, más frío que los anteriores desde que Marcos ha marchado. Superado por un cáncer, ha dejado nuestro mundo y se dirige al lugar donde se encuentran los protagonistas de mi obra. Su ausencia es ensordecedora en casa; ya no hay quien recorra con los dedos nuestros bordes y pliegues, no por limpiarlos, sino por el mero hecho de acariciarnos. Pero mejor me callo, que escucho cerca cajas, pisadas y unas voces acercándose. ¿Qué son estas manos de mujer que me cogen? -
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Los rayos de luz del sol ardiente de julio calientan el ambiente al colarse por las ventanas desvestidas.El suelo está lleno de cajas de cartón mientras que el resto de la casa está desnuda.Metidos en una, escuchamos lágrimas caer y quedarse clavadas en el suelo.Nos mueven en coche y tras un breve trayecto llegamos a Amorebieta.Pasamos poco tiempo en la caja antes de que ella nos saque y nos coloque en una balda.¿Es ésta nuestra Verona de ahora? -
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Ya casi no recordaba el tacto cálido de unas manos envolviéndote, pero hoy, después de años, me sacan a pasear. Sus dedos largos me sostienen contra el calor de su pecho mientras anda hasta un banco. El viento de invierno sacude su pelo oscuro y yo protejo mis páginas del frío con el resguardo de la cubierta. Ella traza dibujos invisibles por la tapa antes de abrirnos, casi como si estuviese saludando o pidiéndole permiso a Marcos. "Adelante niña, yo también te echo de menos" intentamos decirle.