-
Fueron los antiguos griegos los que empezaron a estudiar la ética como rama de la filosofía. La propia palabra se originó en esa civilización. Así, el significado original del término ethos era estancia o vivienda común. Más adelante, el término amplió su significado y pasó a designar al hábito, al carácter, al modo de pensar o al temperamento.
-
Aristóteles dedicó toda una obra al estudio de esta materia. El filósofo griego afirmaba que todos los seres naturales tienden a cumplir sus funciones propias e intentan realizar por completo sus potencialidades. Para Aristóteles, el bien, que identificaba con la perfección del ser, consiste en cumplir esas funciones propias, todo aquello que solo él puede realizar.
-
Platón trató la ética partiendo de varios puntos de vistas y contextos. En Gorgias, por ejemplo, el autor buscaba superar la ley del más fuerte y el hedonismo, mientras que en Fedón, muestra la importancia de lo que haya después de la muerte para saber cómo comportarse en vida.
Platón elaboró una compleja teoría del Estado, que después completó en El Político y Las Leyes. -
Ya en la época moderna, los filósofos que trataron sobre la moral trataron de recuperar parte de las teorías provenientes del mundo clásico, aunque se mantuvo la influencia de la escolástica medieval.
Descartes incluyó algunos elementos sobre la ética en su Discurso del Método, mientras que Spinoza, desde el racionalismo, realizó una propuesta mucho más completa.
David Hume, por su parte, enfocó sus trabajos para entender la conducta humana desde el punto de vista del empirismo. -
El autor que representó el cambio fundamental que dio paso a la ética moderna fue Immanuel Kant. Este se mostró contrario a la ética si esta no se basaba en el imperativo moral mismo. Según el filósofo, si la moral está orientada a la búsqueda de la felicidad, es imposible que genere ninguna norma universal. Para Kant y los filosóficos idealistas, el principio de utilidad no es el único criterio para que corregir las acciones.
-
Ya en el siglo XIX, Karl Marx asoció a la moral con la clase social. Para este autor, la moral cumplía una función social, ya que a cada clase le corresponden unas creencias morales diferentes. Esas diferencias de clase provocaba que la moral debía tener como objetivo la consecución de una sociedad igualitaria y justa, en la que se eliminaran las condiciones que mantenían a los hombres explotados y humillados.
-
Los vitalistas y existencialistas desarrollaron el sentido de la responsabilidad y de la opción, mientras que Max Scheler, por su parte, elaboró una fenomenología de los valores.
Precisamente la importancia que alcanzó la corriente que valoraba las opciones como el valor principal llevó a algunos autores, como Alain Badiou, a afirmar que la cuestión de la ética en ese siglo se había convertido en “un verdadero nihilismo”.