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marcando el inicio de mi historia en este mundo.
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A los 3 años entré al kínder, dando mis primeros pasos en la educación.
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Terminé el kínder y comencé la primaria, una etapa llena de aprendizajes y nuevas experiencias.
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Durante los 6 años de primaria, recibí diplomas de aprovechamiento por mi esfuerzo y dedicación.
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En 3er grado, me cambiaron de primaria, lo que significó adaptarme a un nuevo ambiente.
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Comencé la secundaria, una nueva etapa con más retos académicos y personales.
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La pandemia de COVID-19 obligó a cambiar la forma de estudiar, y cursé parte de la secundaria en línea.
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Terminé la secundaria con un promedio bajo, pero con el aprendizaje de nuevas experiencias.
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Ingresé al bachillerato y conocí nuevos amigos que se volvieron importantes en mi vida.
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Mi mamá fue operada, un momento triste en el que no pude verla.
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Como parte del servicio social, asistí a una escuela a enseñarle a las niñas de primaria “panderos” para cubrir 248 horas
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Momento triste
Presenté el examen para ingresar a la BUAP, pero no lo pasé, me faltaron 9 puntos. -
A pesar de los desafíos, terminé el bachillerato y recibí un reconocimiento.
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Viajé con mi familia y vecinos durante una semana. Fue una experiencia muy agradable, llena de momentos especiales y recuerdos inolvidables
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Después de tres años, volví a la Basílica de Guadalupe. Fue un momento especial y significativo para mí.
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Después del examen en la BUAP, tomé un curso en el ITP y decidí seguir adelante con mi educación. Ahora estudio Ingeniería Industrial, iniciando un nuevo camino lleno de aprendizajes y retos.