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La intervención en la historia de mi región - Masacre de Bojayá

  • Presencia Institucional: antes de 1996 hasta el 2002

    Presencia Institucional: antes de 1996 hasta el 2002
    Antes de 1996, los años anteriores a la agudización del conflicto, cuando lo institucional se limitaba a las acciones y programas coordinados por las instancias locales básicas del municipio; desde 1996 hasta 2002, periodo en que recrudeció el conflicto en la región por la incursión paramilitar, hubo presencia ocasional de comisiones humanitarias y de observación por parte de la iglesia y de organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
  • Presencia Institucional: Desde la masacre hasta el 2005

    Presencia Institucional: Desde la masacre hasta el 2005
    El año 2002, cuando ocurrió la masacre: caracterizado por una presencia más coyuntural, puntual y masiva, nacional e internacional de orden gubernamental y no gubernamental; y entre el 2003 y el 2005, nuevamente la acción institucional e internacional se hizo esporádica, dependiendo de las dinámicas y efectos del conflicto, de las misiones de observación y asistencia, y de los intereses y compromisos específicos de cada organismo.
  • El día de la Tragedia

    El día de la Tragedia
    La Masacre de Bojayá, ocurrida el 02 de mayo de 2002, es el nombre con que se conoce la muerte violenta en el interior de la iglesia de Bojayá, Chocó, de 79 personas, entre ellos 45 niños, como consecuencia de la explosión de un cilindro bomba o pipeta lanzado por miembros de las Farc, en medio de combates que sostenían con un grupo paramilitar que operaba en la zona.
  • Toma de control de las FARC-EP

    Toma de control de las FARC-EP
    En la mañana del día 03 de mayo, las FARC-EP anunciaron haber retomado el control de Bellavista y permitieron que una comisión regresara a la localidad para evacuar a los heridos, reconocer y enterrar a los muertos en un lugar en las afueras de Bellavista, tarea que no pudo continuarse debido al reinicio de los combates.
  • Primeras ayudas

    Primeras ayudas
    A partir del 03 de mayo, varias comisiones humanitarias de la Diócesis de Quibdó arribaron por río a los municipios afectados. Paralelamente, las fuerzas militares iniciaron operativos en la zona con la presencia de tropas y aeronaves militares. Según información recibida por la Oficina, los pobladores escucharon varias explosiones y ametrallamientos, lo que incrementó el miedo y la zozobra en la población.
  • 72 horas después

    72 horas después
    Entre los días 04 y 05 de mayo, se finalizó el entierro de los cadáveres, sin que se pudiera proceder a su levantamiento oficial debido a la ausencia de autoridades competentes. Los mismos habitantes realizaron el levantamiento e inhumación de los cuerpos en fosas comunes.
  • Atención de heridos

    Atención de heridos
    Se solicitó el desarrollo de acciones humanitarias urgentes, tales como el envío de helicópteros del Programa aéreo de salud de la Gobernación de Antioquia, para el traslado de los heridos graves y la entrega de medicamentos para el centro de salud de Vigía del Fuerte. Una vez logradas unas condiciones mínimas de seguridad, esta ayuda llegó el 04 de mayo.
  • Asistencia de la comisión Presidencial

    Asistencia de la comisión Presidencial
    El día 09 de mayo, el Presidente de la República, acompañado por varios Ministros y funcionarios del Gobierno, visitó la zona. El mismo día, un equipo de la Fiscalía, encabezado por el Fiscal Regional de Antioquia e integrado por investigadores, técnicos y médicos forenses, llegaron al área en un helicóptero de las Fuerzas Armadas.
  • Desplazamiento forzado

    Desplazamiento forzado
    Entre los días 02 y 03 de mayo, la casi totalidad de los aproximadamente 1.000 habitantes de Bellavista, se refugiaron en Vigía del Fuerte. En atención a los datos oficiales proporcionados por la Red de Solidaridad Social, el desplazamiento se incrementó sensiblemente durante los días 10, 11 y 12 de mayo, alcanzando su mayor incremento porcentual el día 11 de mayo (+ 77%). Habitantes de Bellavista, Vigía del Fuerte y poblaciones cercanas se desplazaron masivamente hacia Quibdó.
  • Ayuda Humanitaria

    Ayuda Humanitaria
    La atención a la población desplazada y afectada por la violencia se emprendió de forma inmediata por parte de la Diócesis y de la Alcaldía de Quibdó. Además, entre el 08 y 12 de mayo, la Red de Solidaridad Social distribuyó aproximadamente cien toneladas de
    ayuda humanitaria de emergencia, la que benefició a la población desplazada en Quibdó así como a habitantes de otros municipios y veredas.
  • De regreso a sus territorios

    De regreso a sus territorios
    El viaje de quienes optaron por el retorno estuvo lleno de temores y expectativas. Hasta Bellavista llegaron dos caravanas de retorno, la primera de ellas el 02/09/2002 con la protección que les brindó el Estado. Ahora seguía la reconstrucción de sus vidas, entre la espera del cumplimiento de todas las promesas hechas por el gobierno en cabeza del mismo Presidente de la República, el acecho de los actores armados en disputa y los estrictos controles de la Fuerza Pública para su «protección».
  • Proyecto de Reubicación

    Proyecto de Reubicación
    El componente social del proyecto de reubicación consistió en
    un conjunto de actividades de participación y de gestión comunitaria, que según Acción Social incluyó la concertación del proceso de reasentamiento, el fortalecimiento del tejido social y de grupos de base, la creación de nuevas organizaciones y acciones orientadas a la generación de ingresos.
  • La seguridad de los habitantes

    La seguridad de los habitantes
    En correspondencia con la estrategia de fortalecimiento
    militar propia de la política de Seguridad Democrática del gobierno nacional, la estructura del Ejército en la zona tuvo cambios significativos. El 28 de julio de 2005 se crearon varias brigadas con el fin de garantizar la seguridad en el departamento del Chocó.
  • La reconstrucción de Bojayá

    La reconstrucción de Bojayá
    El 13 de octubre de 2007, el presidente Álvaro Uribe Vélez hizo entrega formal y oficial de la Bellavista reubicada, a pesar de que la construcción de obras no estaba culminada y muchas de las casas carecían de las correspondientes puertas y ventanas. El retraso de más de 4 años en la entrega del pueblo hizo que la población bautizara el lugar de la reubicación, tradicionalmente conocido como «El Fuerte»,
  • Las obras inconclusas

    Las obras inconclusas
    Tres años después de la entrega oficial del pueblo, en la nueva Bellavista continúa presente la sensación de abandono, de marginación, y siguen vigentes necesidades apremiantes en la comunidad. Aspectos como la atención en salud, el funcionamiento de los servicios públicos y el acompañamiento a las víctimas fueron muy precarios.
  • Desde el marco jurídico colombiano

    Desde el marco jurídico colombiano
    Ley 1448 de 2011, conocida como la Ley de Víctimas, refiere que una de las modalidades que establece dicha Ley para reparar a esta población vulnerada es la rehabilitación, con un «conjunto de estrategias, planes, programas y acciones de carácter jurídico, médico, psicológico y social, dirigidos al restablecimiento de las condiciones físicas y psicosociales de las víctimas». Asimismo, se establece que el acompañamiento psicosocial debe ser transversal al proceso de reparación.
  • Bojayá pide verdad, justicia y reparación

    Bojayá pide verdad, justicia y reparación
    Desde el 18 de diciembre de 2014, luego de la primera visita de las víctimas de Bojayá a La Habana, ellas comenzaron un proceso y un trabajo de día a día basado en el reclamo de sus derechos, en la consulta a las comunidades de la región y en la posibilidad del perdón.
  • Las FARC piden perdón

    Las FARC piden perdón
    Las FARC pidieron por primera vez perdón a sus víctimas en el lugar donde sucedieron los hechos, sin cámaras y sin medios de comunicación. En la reunión, que contó con el apoyo de la ONU, se realizó un acto de limpieza según tradiciones ancestrales y se entonaron cantos propios de la región del Pacífico colombiano. Los zapatos de los asistentes fueron llenados con tierra y semillas como acto simbólico. “Estamos sembrando la paz”, decían.
  • Un duelo sin fin

    Un duelo sin fin
    El 21 de mayo de 2017 finalmente después de muchas exigencias y acuerdos, se logro la exhumación de los cuerpos de las victimas de masacre. El objetivo es confirmar plenamente la identidad de cada uno de los cuerpos, para hacer la entrega digna a sus familias para que puedan darles cristiana sepultura. Además, se busca establecer el número exacto de las víctimas que dejó el ataque.
  • Plan Integral de Reparación Colectiva

    Plan Integral de Reparación Colectiva
    En el salón parroquial de Bellavista, cabecera municipal de Bojayá, Chocó, fue protocolizado el primer Plan de Integral de Reparación Colectiva (PIRC) para una comunidad del lugar, con el objetivo de reparar los daños ocasionados por el conflicto armado. El alcance administrativo del Programa, contribuye a la reparación integral en las medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición e indemnización en los componentes social, político y económico.
  • El camino de Bojayá hacia la reparación integral

    El camino de Bojayá hacia la reparación integral
    Con 2 días de actividades, este municipio chocoano rinde homenaje a las víctimas de la masacre del 2002. El gobierno colombiano, a través de la Unidad para las Víctimas, ha llevado sus estrategias de atención psicosocial, reparación colectiva e individual para que contribuyan así a la reparación integral de las víctimas. Se han implementado actividades que buscan promover en la comunidad la recuperación del río Atrato, prácticas culturales mortuorias “los alabaos” y actos de conmemoración.
  • Bojayá despide a sus muertos

    Bojayá despide a sus muertos
    Los familiares de las víctimas de la masacre, recibieron los cuerpos de sus seres queridos. Durante 1 semana, el pueblo realizo sus ceremonias tradicionales con el fin de darle descanso a los fallecidos, que por sus tradiciones este descanso no había llegado hasta que se hicieran los rituales de despedida que ofrece la comunidad afro a los muertos. Diecisiete años y seis meses tuvo que esperar el pueblo de Bojayá para empezar a hacer el duelo.