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La entrada de los musulmanes en la península ibérica ocurrió en 711, cuando un ejército liderado por Tariq ibn Ziyad desembarcó en Gibraltar. Aprovechando la debilidad del reino visigodo, las tropas musulmanas derrotaron al rey Rodrigo en la Batalla de Guadalete. -
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Los musulmanes conquistaron Sevilla en el año 712 bajo el mando de Musa ibn Nusayr, pero la ciudad fue reconquistada por las tropas castellanas de Fernando III el Santo en 1248. La ciudad, que cambió su nombre a Isbiliya durante el dominio musulmán, se convirtió en un centro importante de Al-Andalus, especialmente bajo los almohades. -
En 712, el gobernador del norte de África, Musa ibn Nusayr, llegó a la península y encabezó el avance. Sus tropas tomaron Sevilla y desde allí, una parte de su ejército se dirigió a Córdoba, que fue ocupada. -
El gobernador al-Hurr consolidó el poder musulmán en ciudades como Tarragona (que fue saqueada y destruida tras una tenaz resistencia) y Gerona, mientras que en el norte, un gobernador musulmán fue designado para la nueva provincia de Astura Transalpina, con residencia en Gijón. -
Tras conquistar Hispania, el Califato Omeya estableció en la península un emirato de su imperio, Al- Ándalus. Su capital estaba en Córdoba y la gobernab un valí.
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En el año 720, la región del río Ebro estaba siendo intensamente sometida por el avance de los musulmanes, que conquistaron Zaragoza y la zona de Cataluña entre los años 716 y 719, consolidando su control sobre gran parte de la península. Este año no fue especialmente notable por eventos concretos en el propio río, sino por la continuación del proceso de conquista musulmana de la península ibérica, que ya había empezado en 711. -
La batalla de Poitiers, tuvo lugar el 10 de octubre de 732. En ella, las fuerzas francas dirigidas por Carlos Martel derrotaron al ejército musulmán del Califato Omeya, liderado por Abd al-Rahman ibn Abd Allah al-Gafiqi, cerca de Poitiers (en la actual Francia). Esta victoria fue un punto de inflexión crucial, ya que detuvo la expansión musulmana hacia el norte de Europa desde la península ibérica y se considera un momento decisivo en la historia de Europa. -
La revuelta de los bereberes de 740 fue un levantamiento a gran escala de las poblaciones bereberes del Magreb y al-Ándalus contra el Califato Omeya. Se originó por el descontento ante la discriminación, la injusticia fiscal, la falta de reparto de botines y la subordinación a los árabes, y causó una seria inestabilidad en el Califato, provocando la fragmentación del poder omeya en el norte de África y allanando el camino para la aparición de nuevos estados independientes
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La caída del Califato Omeya de Damasco en el año 750 se debió principalmente a la revolución abasí, impulsada por la oposición a los omeyas y que explotó tras la tercera fitna (guerra civil). Los factores subyacentes incluyeron reveses militares externos, la debilidad del ejército sirio, tensiones internas por la discriminación de los no árabes musulmanes y una crisis económica. -
Abd al-Rahman I fundó el Emirato de Córdoba en el 756, proclamándose emir independiente tras escapar de la masacre de su familia por los abasíes. Tras vencer a rivales locales, se estableció en Córdoba y unificó el poder político en la península, sentando las bases para un estado independiente que más tarde se consolidaría aún más bajo su descendencia. -
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Abd al-Rahman I, el fundador del emirato omeya de Córdoba, expandió su poder hacia el norte enfrentándose a los francos y sus aliados, destacando la campaña contra Carlomagno que resultó en la derrota de la retaguardia de su ejército en Roncesvalles en el año 778. Esta derrota le permitió tomar ciudades como Zaragoza y forzó a los francos a establecer la Marca Hispánica para contener el avance musulmán.
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Abd al-Rahman I (o Abderramán I) inició la construcción de la Mezquita de Córdoba en el año 786, sobre los restos de la basílica visigoda de San Vicente. El emir mandó construirla para la oración del viernes en la capital del emirato independiente de Al-Ándalus. -
Abd al-Rahman I, el fundador del emirato omeya de Córdoba, expandió su poder hacia el norte enfrentándose a los francos y sus aliados, destacando la campaña contra Carlomagno que resultó en la derrota de la retaguardia de su ejército en Roncesvalles en el año 778. Esta derrota le permitió tomar ciudades como Zaragoza y forzó a los francos a establecer la Marca Hispánica para contener el avance musulmán.
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El arte musulmán durante la invasión de la Península Ibérica se caracteriza por la adaptación de influencias anteriores (romanas, visigodas) para la construcción de mezquitas, palacios y fortalezas, con una arquitectura que destaca por sus arcos (de herradura, polilobulados) y el uso del ladrillo. . Ejemplos icónicos de este periodo son la Mezquita de Córdoba y el Palacio de Medina Azahara. -
El estilo de vida de los musulmanes en la Península Ibérica, conocido como al-Ándalus, se caracterizó por una rica vida urbana centrada en el comercio, la artesanía y una cultura floreciente. En cuanto a su vida religiosa, el estilo de vida se regía por los cinco pilares del Islam, que incluían la profesión de fe, la oración, la limosna, el ayuno en Ramadán y la peregrinación a La Meca. -
Durante la invasión musulmana en la península ibérica, coexistieron principalmente tres religiones: el islam (de los invasores), el cristianismo y el judaísmo. La población cristiana y judía,con un estatus protegido pero que debía pagar tributos e impuestos especiales. La relación entre las religiones varió con el tiempo, fluctuando entre la convivencia pacífica y los períodos de persecución, especialmente bajo los imperios almorávide y almohade.
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El Califato de Córdoba comenzó en 929 d.C. cuando el emir Abderramán III se proclamó califa, rompiendo así los últimos lazos de dependencia con el califato abasí de Bagdad. Este acto le otorgó la máxima autoridad tanto política como religiosa, estableciendo la independencia ideológica de al-Ándalus y dando inicio a un período de máximo esplendor en la península ibérica.
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El reinado de Abd al-Rahman III en España, conocido como el Califato de Córdoba, se desarrolló entre los años 912 y 961 d.C.. Comenzó como emir y en 929 se proclamó califa, marcando el apogeo de la civilización andalusí y convirtiendo a Córdoba en una potencia cultural y económica. Durante su mandato, se fomentó el arte, la ciencia y el comercio, se restauró la unidad del estado musulmán y se consolidó un poderoso ejército. -
Al-Hakam II reinó como califa de Córdoba desde 961 hasta 976 d.C., sucediendo a su padre Abderramán III. Su reinado es recordado como una época de gran esplendor cultural y de paz, marcado por su profundo interés por el conocimiento y la expansión de la biblioteca de Córdoba. Durante su gobierno, el califato alcanzó su punto álgido de prosperidad, se mantuvieron las fronteras en relativa seguridad y la Mezquita de Córdoba fue ampliada. -
A partir de 974, la salud de al-Hakam II empeoró, y el califa falleció dos años más tarde, el 3 de octubre de 976. Le sucedió su hijo Hisham, de apenas once años, que quedó bajo el rígido control del hayib al-Mushafi y de Almanzor. Las grandes familias que se habían sentido agraviadas durante el reinado de al-Hakam no tardaron en tomarse la justicia por su mano. Los eslavos habrían deseado que el sucesor del califa fuera su hermano al-Mugira, pero éste fue asesinado. -
La Fitna de al-Ándalus fue un periodo de guerra civil que provocó la caída del Califato de Córdoba entre 1009 y 1031. Esta guerra, desencadenada por un golpe de estado, enfrentó a diversas facciones y resultó en la fragmentación del territorio en pequeños reinos independientes conocidos como taifas. El conflicto no solo destruyó la capital, Córdoba, y el poder central, sino que también debilitó al estado andalusí, permitiendo un aumento de la influencia de los reinos cristianos del norte. -
El Califato de Córdoba terminó en 1031 tras la abolición oficial por una asamblea de notables, lo que puso fin a un periodo de decadencia y guerras civiles (la Fitna de al-Ándalus). La caída del califato llevó a la desintegración del territorio en múltiples reinos independientes conocidos como reinos de taifas. -
Los reinos de taifas fueron pequeños estados musulmanes independientes que surgieron en la península ibérica tras la desintegración del califato de Córdoba a principios del siglo XI. Existieron tres épocas principales de taifas, caracterizadas por la fragmentación política y la competencia militar. Aunque políticamente débiles, estos reinos a menudo eran prósperos y centros de cultura, a pesar de las tensiones y los conflictos con los reinos cristianos y entre sí. -
La división de Al-Ándalus en los reinos de taifas se produjo tras la abolición del Califato de Córdoba en 1031, que resultó en la fragmentación del territorio en múltiples estados pequeños e independientes. Estos reinos, que inicialmente eran alrededor de 39, se formaron principalmente a partir de las antiguas coras (provincias) del califato, y sus gobernantes, a menudo de origen bereber, eslavo o andalusí, lucharon por el poder entre sí.
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La intervención almorávide en los reinos de taifas ocurrió a finales del siglo XI, cuando los reyes taifas, ante la presión militar cristiana, pidieron ayuda al sultán almorávide, Yusuf ibn Tasufin. Esta ayuda, que se produjo tras la toma de Toledo por parte del rey de León Alfonso VI, derivó en la conquista y posterior unificación de los territorios bajo el dominio almorávide, poniendo fin a los primeros reinos de taifas alrededor de 1090.
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Los almohades llegaron a al-Ándalus entre 1145 y 1147, tras la caída del imperio almorávide, para unificar los reinos de taifas que habían resurgido. Los almohades, un nuevo movimiento religioso y político del norte de África, se aprovecharon de la debilidad de las taifas y del descontento generalizado hacia los almorávides para hacerse con el poder. Establecieron su capital en Sevilla y, en poco más de treinta años, crearon un poderoso imperio. -
En Las Navas de Tolosa, el 16 de julio de 1212, las fuerzas cristianas de Castilla, Aragón y Navarra derrotaron decisivamente a un ejército almohade mucho mayor. Esta victoria fue un punto de inflexión en la Reconquista, ya que debilitó significativamente al Imperio almohade, facilitó la expansión cristiana hacia el sur de la península y marcó el comienzo de su declive en la península ibérica. -
El Reino Nazarí de Granada fue fundado en 1238 por el noble nazarí Mohamed-Ben-Nazar tras la derrota de las Navas de Tolosa, convirtiéndose en el último estado musulmán en la Península Ibérica. Originalmente se estableció en Jaén, pero se trasladó a Granada en 1238, una ciudad que se benefició de su ubicación estratégica, recursos y fértil vega. El reino prosperó económicamente y culturalmente durante más de dos siglos. -
El Reino Nazarí de Granada fue conquistado por los Reyes Católicos en 1492, lo que puso fin a la Reconquista y al último reducto musulmán en la Península Ibérica. Tras una serie de conflictos y aprovechando una guerra civil interna, los Reyes Católicos iniciaron campañas militares que culminaron con la rendición de la ciudad de Granada el 2 de enero de 1492, por su último rey, Boabdil. A partir de entonces, se integró en la Corona de Castilla como el nuevo Reino de Granada.
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Se enfoca en la consolidación del Reino de Granada, el último bastión musulmán en la península ibérica. Como segundo rey nazarí, se le atribuye la continuación de la construcción de la Alhambra, que su padre y fundador, Muhammad I (Al-Ahmar), inició, y el impulso al crecimiento y enriquecimiento de la ciudad. Su reinado fue fundamental para asentar las bases de un estado que se mantuvo durante siglos a pesar de las constantes presiones y la dependencia política de Castilla. -
La Batalla del Salado (1340) fue una victoria cristiana que afectó al reino de Granada, aliándose con el reino benimerí, al forzar a su enemigo marroquí a centrar sus esfuerzos en el norte de África tras la derrota. Esta batalla fue fundamental para la posterior conquista castellana de otras plazas fuertes, como Algeciras en 1344, lo que redujo la amenaza de futuras invasiones desde el norte de África. -
La Guerra de Granada fue el conflicto bélico entre 1482 y 1492 por el cual los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, conquistaron el último reino musulmán en la Península Ibérica, poniendo fin a la Reconquista. Las causas incluyeron la debilidad interna del reino de Granada, la ambición de los Reyes Católicos por unificar el territorio y la presión económica de Castilla sobre el reino nazarí.
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La Reconquista de Granada,la última fase del largo proceso conocido como Reconquista, fue la guerra entre 1482 y 1492 en la que los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón, conquistaron el último reino musulmán en la península ibérica. Los cristianos,asediaron la ciudad durante un año y culminaron su victoria con la rendición de Granada en enero de 1492, integrando el territorio a la Corona de Castilla y poniendo fin a casi ocho siglos de presencia musulmana en la península.