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Producción para la exportación que continuó creciendo (henequén), y una producción para consumo interno en descenso (maíz, frijol), y por una minería e industria manufacturera que mantuvo un comportamiento aceptable.
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Crisis económica más profunda. Uno de los problemas más graves de esos años fue el inevitable desorden monetario que provocó, como era lógico esperar, un agudo proceso inflacionario que no sería controlado hasta que, a partir finales de noviembre de 1916
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Recuperación de la actividad económica por la vía primario-Exportadora, que sólo volvería a ser cuestionada hasta la gran crisis
de 1929-1932 -
Las políticas de reorganización de la economía, serían el punto de arranque de la industrialización, dieron comienzo de manera precaria durante el régimen de Álvaro Obregón (1920-1924) y de Plutarco Elías Calles (1924-1928), para continuar más o menos vacilantes durante los regímenes de Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez (1928-1934), y convertirse por último en una política firme y más o menos sistematizada durante el gobierno de Lázaro Cárdenas
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En 1940, la segunda guerra mundial provocó una mayor demanda europea y norteamericana de bienes primarios y manufacturados producidos en los países periféricos, situación que condujo a un mayor crecimiento de las exportaciones mexicanas y que se prolongó hasta 1945
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La economía mexicana inició la etapa de crecimiento sostenido
que duraría hasta fines de los años sesenta. El PIB creció a una tasa promedio anual superior al 7.5 por ciento. El crecimiento de la producción manufacturera modificó el perfil del aparato productivo en esos diez años, cuyo valor total de se duplicó durante la década -
La inflación se incrementó, lo que redujo los salarios reales. Esta reducción en el poder de compra real quizá se vio compensada por el aumento de la ocupación, la migración hacia las ciudades y los cambios a ocupaciones mejor remuneradas-
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Entre 1958 y 1970 México experimentó un periodo de crecimiento sostenido que constituye el episodio más relevante en la historia económica del país. Durante este periodo, la tasa real de crecimiento del PIB alcanzó un promedio de 6.7% anual, la inflación, después de haber asimilado las repercusiones de la devaluación de 1954, descendió a un nivel promedio de 2.5% anual en los años sesenta. El periodo se caracterizó por una prolongada estabilidad cambiaria que duró 20 años (1956-1976)
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El comienzo de la década de 1970 marca una línea divisoria en el desempeño económico de México que tendría repercusiones. Dos hechos surgidos bruscamente provocaron un auge inflacionario: por un lado, en 1971 se derrumbó el sistema de Bretton Woods por el abandono del patrón oro por parte de los Estados Unidos, lo que dio lugar a la devaluación del dólar; y por otro lado, el enorme y súbito aumento de los precios del petróleo entre 1975 y 1979
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se derrumbó el sistema de Bretton Woods por el abandono del patrón oro por parte de los Estados Unidos, lo que dio lugar a la devaluación del dólar.
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Tras 20 años de tipo de cambio fijo, en 1976 se devaluó el peso un 25% respecto al dólar. A partir de ese año las devaluaciones sistemáticas no se detendrían tornando endémicas las altas tasas de inflación
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El año 1982 marca el inicio de una nueva etapa con la instrumentación de un nuevo modelo o paradigma llamado neoliberalismo que pondría fin a la fuerte intervención del Estado en algunas actividades económicas
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Durante los años ochenta del siglo pasado la economía mexicana se caracterizó por una salida neta de capitales debido al pago de los intereses de la deuda externa, la cual logró ser renegociada
en 1989 -
En esa década arranca un ambicioso programa de desincorporación de empresas públicas, desregulación de la actividad económica, y apertura del sector financiero y en general de toda la economía. En particular, la apertura externa se coronó con la firma y entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994
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El objetivo de estabilidad económica, reflejada en una tasa de inflación de un dígito, ha sido alcanzado. Sin embargo, la estabilidad económica no es garantía de desarrollo y crecimiento económico